DIRECTOR: RENNY HARLIN
REPARTO: SAMUEL L. JACKSON, ED HARRIS, EVA MENDES, KEKE PALMER, LUIS GUZMÁN, ROBERT FOSTER, MAGGIE LAWSON
DURACIÓN: 90 min.
AÑO: 2007
GÉNERO: THRILLER
No hay quien entienda a los mandamases de las productoras de Hollywood. Tan pronto encumbran a un director como lo despedazan sin piedad, relegándolo a producciones de segunda y tercera fila, cuando lo único que sigue haciendo es aquello por lo que, en su día, fue alabado. Algo similar es lo que le ha ocurrido Renny Harlin. El director de origen finlandés empezó labrándose un nombre en el cine de acción de los noventa con producciones tan amenas como "La jungla 2. Alerta roja - Die hard. Die harder, 1990" o "Máximo riesgo - Cliffhanger, 1993" aunque, posteriormente, caería en desgracia tras los monumentales fracasos comerciales consecutivos de films como "La isla de las cabezas cortadas - Cutthroat island, 1995" y "Memoria letal - The long kiss goodnight, 1996". Y, ni siquiera la realización de otros largometrajes posteriores que se acercan en gran medida al nivel de entretenimiento de sus primeras películas ha conseguido devolverle a la primera línea de los directores de acción del panorama actual. En el caso que hoy nos ocupa, "Cleaner" es una de las mejores demostraciones de lo que Harlin es capaz de hacer cuando dispone de buen material, es decir, de (muy) buenos actores y de un interesante guión.
Tom Cutler (Jackson) es un ex-policía que, desde el asesinato de su esposa en su domicilio durante un robo, se gana la vida como "limpiador" de escenas de crímenes. Ello le permite seguir en el entorno policial que tanto le gusta, pero disponiendo de una seguridad que le permite llegar todas las noches junto con su hija pequeña, Rose (Palmer). Un día, Tom recibe un encargo como cualquier otro: debe acudir a una casa, en uno de los barrios adinerados de la ciudad, propiedad de Ann Norcut (Mendes) para limpiar la escena de lo que aparenta haber sido un suicidio. Tras finalizar su trabajo con la misma eficiencia de siempre, Tom descubre que el detective Vargas (Guzmán) está investigando la desaparición de un hombre que, sorprendentemente, parece ser el mismo del que Tom ha limpiado los restos. Confundido por ello, y temiendo ser el responsable de haber eliminado las pruebas de un asesinato encubierto, Tom acude a su buen amigo y también policía Eddie Lorenzo (Harris) con el fin de que le ayude a descubrir qué ha pasado en realidad.
"Cleaner" es una película correctísima. Harlin prescinde de los epilépticos movimientos de cámara utilizados en sus producciones de acción para rodar un thriller sólido y bien hecho. El planteamiento es de lo más original, lo que le permite al director ir haciendo que el espectador vaya involucrándose poco a poco en una historia de traiciones y asesinatos sorprendente. Y lo mismo puede decirse de la investigación que comienza a realizar el personaje de Jackson, cuyo temor a ser cómplice de asesinato también comparte el público con él.
Ahora bien, todos esos esfuerzos parecen diluirse en una mezcla de sub-tramas que se acumulan en su último tercio, y que provoca que una película que avanzaba a tan buen paso, termine convirtiéndose en un refrito de films de intriga de serie B. De hecho, mi querido colega Hyde, al terminar de verla, me dijo que es como si los protagonistas de "Fuego en el cuerpo - Body heat, 1981", aquel fascinante film noir protagonizado por William Hurt y Kathleen Turner, hubieran recurrido al "limpiador" al que encarna Jackson después de haber perpetrado su crimen. No puedo estar más de acuerdo con él. Es una lástima que, con el buen ritmo y el interés que se crean hasta los últimos quince minutos, el guión despedace de ese modo lo que estaba siendo una película excelente. Por fortuna, a pesar de ello, el resto de "Cleaner" está repleto de momentos en los que tanto como Jackson como Harris dejan más que claro que son dos de los mejores actores que tiene el cine en estos momentos. Jackson brilla con luz propia en secuencias como la que abre el film, y la que describe con todo lujo de detalles en qué consiste su trabajo ante un grupo de estupefactos invitados durante el trascurso de una fiesta, y Harris hace lo propio, en especial, cuando trata de convencer a su amigo para que se olvide del caso (ver la visita que hace a la hija de Cutler, de la que es padrino). Y lo mismo puede decirse de las impecables escenas que se concentran en la investigación criminal: desde las primeras averiguaciones de Cutler (ver la primera conversación con el detective Vargas) hasta las pruebas más incriminatorias que descubre (el libro de registros que guardaba el difunto).
En resumidas cuentas, "Cleaner" es un film policíaco realizado con soltura y logrando mantener una intriga muy bien dosificada. Cierto es que la parte final desmerece ligeramente los resultados que se habían alcanzado hasta el momento pero, aún así, resulta una distracción de lo más recomendable y llena de suspense.
"Cleaner" es una peli que empieza muy bien para acabar siendo la típica película de sobremesa de un domingo. No veáis cómo me jode cuando pasa eso: que arranca que te rilas y, conforme ves que empiezan a pasar cosas, ya te hueles a la legua cómo va a acabar la cosa. Y voi-là, ni más ni menos que como te habías imaginado. Así que te quedan dos opciones: o te quedas con lo que molan las mejores partes y piensas en lo que podría haber sido, o te cabreas y te conformas con lo que hay. Yo, he elegido la primera alternativa.
Llamadme garrulo si queréis, pero me gustan la pelis de Renny Harlin. ¿Que por qué? Pues porque te dan ni más ni menos lo que parece: entre hora y media y dos horas de diversión a base de tiroteos, persecuciones y acción a tutiplén. Las hay buenas ("La jungla 2. Alerta roja", "Máximo riesgo"), no tan buenas pero divertidas a base de bien ("La isla de las cabezas cortadas", "Deep blue sea - Deep blue sea, 1999", "Driven - Driven, 2001"), y otras de las que mejor no acordarse ("Las aventuras de Ford Fairlane - The adventures of Ford Fairlane, 1990", "Memoria letal - The long kiss goodnight, 1996", "La alianza del mal - The covenant, 2006"). Ésta no sé muy bien dónde meterla. Se nota que el tío se lo ha currado mucho más que cuando hace películas a base de explosiones y poca cosa más, pero tampoco es de esas que son un súper espectáculo que hacen que, cuando vuelves a pensar en ella, la quieras volver a ver.
De todas formas, tampoco os quiero quitar las ganas de verla, porque "Cleaner" está de lo más bien, aparte de lo que os he dicho arriba. Para empezar, ver a dos actorazos -cuando quieren- como Ed Harris y Samuel L. Jackson codo con codo, es un pasote. Además, la historia es bastante original porque no suele verse en las pelis de asesinatos nada que tenga que ver con lo que te cuentan aquí (no os perdáis ojo del momento en que tiene que limpiar el salón en el que parece que alguien se ha suicidado, que es cojonudo). Además, la intriga la mantienen de fábula, lo que hace que te quedes como un bobo pegado a la pantalla para tratar de adivinar qué es lo que le está pasando al pobre "limpiador". Es como si te dieran las piezas de un puzle y tuvieras que intuir cómo arreglarlo -la cagada es que, a nada que seas un poco avispado, te lo hueles a la primera, pero en fin...-.
Lo que a mí me da rabia de "Cleaner" es que, yendo tan bien, y con las otras tramas que se sacan de la manga y que están estupendas (lo del registro del número de placas de los polis "comprados", lo de la amenaza a la hija del prota), que al final decidan usar el argumento que menos interesa de la película para acabarla, sacar al malo de turno, y hacer que acabe como termina la mayoría de pelis policíacas. De todas formas, hay que reconocer que, a pesar de esto, "Cleaner" consigue tenerte enganchado todo el rato y que, dado que dura hora y media escasa, tampoco es algo que te requiera tener mucha paciencia. En resumen, es la típica película que os recomiendo para esos ratos muertos en que os queréis distraer con algo que no sea lamentable y que tenga un mínimo de interés. Pero, si os da luego la misma sensación que a mí, la recomendaréis, pero no os acordaréis de ella más allá de un fin de semana, como mucho.