TÍTULO: ¿VENCEDORES O VENCIDOS? (EL JUICIO DE NUREMBERG)
DIRECTOR: STANLEY KRAMER
REPARTO: SPENCER TRACY, MAXIMILIAN SCHELL, BURT LANCASTER, RICHARD WIDMARK, MONTGOMERY CLIFT, MARLENE DIETRICH, JUDY GARLAND
DURACIÓN: 180 min.
AÑO: 1961
GÉNERO: DRAMA JUDICIAL
Stanley Kramer está considerado hoy día como uno de los directores de cine más versátiles de la historia, gracias en especial a su tremenda capacidad para rodar excelentes largometrajes de temáticas tan variadas como controvertidas, tocando géneros tan dispares como la comedia disparatada ("El mundo está loco, loco, loco - It's a mad, mad, mad, mad world, 1963"), sólidas aventuras policiacas ("Fugitivos - The defiant ones, 1958"), o la tragicomedia racial ("Adivina quién viene esta noche - Guess who's coming to dinner, 1967"). Sin embargo, fue a principios de los años sesenta cuando el estupendo realizador filmó la que, sin duda, es su obra maestra, y una de las películas más importantes de la historia del cine: la adaptación de la obra de teatro de Abby Mann, "El juicio de Nuremberg".
La acción del largometraje da comienzo cuando al juez estadounidense Dan Haywood (Tracy), magistrado de un pequeño pueblo del centro de los Estados Unidos, se le encarga ponerse al frente del proceso judicial que va a tener lugar en la localidad alemana de Nuremberg contra diversos dirigentes militares -entre los que se encuentra el doctor Enrst Janning (Lancaster)- acusados de crímenes contra la humanidad por su participación en el holocausto nazi. Dirigiendo la acusación se encuentra el coronel Tal Lawson (Widmark), un implacable fiscal que pretende demostrar la culpabilidad de los acusados con todo su empeño mientras que, en el lado de la defensa, se encuentra el letrado alemán Hans Rolfe (Schell), quien aboga por la presunción de inocencia en defensa de sus clientes. Durante el proceso judicial serán decisivos los testimonios de personas afectadas directamente por la práctica de salvajes experimentos durante el tercer reich, entre los que se encuentra el atormentado Rudolph Petersen (Clift).
"¿Vencedores o vencidos? (el juicio de Nuremberg)" es una de las películas más fascinantes que se han hecho en la historia del cine. Pero cuando decimos fascinante no nos estamos refiriendo a su aspecto visual -que es de lo más correcto- sino a dos elementos que hacen de esta película una obra única: las interpretaciones y, muy especialmente, su guión. En el aspecto interpretativo, están sobresalientes absolutamente todos los actores, desde un Spencer Tracy arrebatador (su discurso final es, junto con el del personaje de Atticus Finch al que da vida Gregory Peck en "Matara a un ruiseñor - To kill a mockingbird, 1962", es uno de los más célebres de la historia del séptimo arte, y una defensa sensacional de los derechos humanos), pasando por un feroz Richard Widmark (sus constantes intervenciones durante en proceso, cuando presenta los cargos contra los acusados), un apasionado Maximilian Schell (el alegato de la defensa final de sus clientes tiene una fuerza descomunal), un comedido Burt Lancaster (su intento de redención final es fabuloso, en especial cuando trata de justificar las acciones que se vieron obligados a practicar) y, muy especialmente, un Montgomery Clift magistral en su papel de atormentado expresidiario de los campos de concentración (el relato de los experimentos en los que tuvo que participar como cobaya deja la sangre helada al más templado).
Por otra parte, como comentábamos, el guión es una obra maestra indiscutible. No sólo por las agudísimas réplicas de todos los personajes, o por la intensidad con la que están construidas las intervenciones de cada uno de ellos. Lo que llama la atención por encima de estos elementos, ya de por sí estupendos, es la conclusión del relato. Si hay algo por lo que "¿Vencedores o vencidos? (el juicio de Nuremberg)" merece su lugar en lo más alto de las mejores películas de todos los tiempos es por el alegato final de Burt Lancaster y la conclusión de la sentencia de Stanley Kramer. Son dos momentos maestros e insuperables, por muchas versiones modernas que se puedan rodar después sobre lo mismo. La mirada arrepentida de Lancaster conmueve no sólo por la recreación del personaje por parte del genial actor, sino por el contenido de su discurso, en el que trata de justificar la barbarie en la que ha participado amparándose en que no tenía opción. Y, en lo que se refiere al discurso de Tracy, éste demuestra una solidez pasmosa, con un sentido común en cada una de las palabras que pronuncia que desarma cualquier tentativa de justificar semejantes actos.
Como decimos, "¿Vencedores o vencidos? (el juicio de Nuremberg)" es un film imprescindible, tanto para los amantes del cine como para los meros aficionados, pues no se trata sólo de ver una película, sino de educar un poco a la conciencia en materias tan serias como las consecuencias que tuvo para la evolución posterior de la humanidad actos tan despiadados y salvajes como los que se llevaron a cabo durante la invasión nazi y, en especial, de las secuelas que tuvo -tanto físicas como psicológicas y mentales- en tantísimas personas inocentes. En este caso, Stanley Kramer fue capaz de concentrarlo todo en un largometraje apasionante y repleto de momentos únicos, dignos de ser admirados y revisados continuamente.
Impresionante. No sólo es una peli de esas de juicios que te atrapa desde el primer momento, sino que tiene una carga emocional y un mensaje tan demoledor que, cuando acaba, aún le das vueltas a la cabeza a todo lo que acaba concluyendo la peli, y más teniendo en cuenta que, según parece, la historia que cuentan fue así en realidad. Aunque se han hecho varias versiones del juicio de Nuremberg, creo que ésta no sólo es la más conocida, sino una de las que acaba por decir las cosas con tanta claridad: que lo del holocausto nazi fue una salvajada, y que los desgraciados que participaron en semejantes burradas deberían ser condenados a pasar el resto de su puta vida pudriéndose entre rejas.
La peli es en blanco y negro, y dura casi tres horas. Al leer esto, posiblemente, muchos de vosotros estéis pensando: "vale, paso". Bueno, pues dejadme deciros algo, atajo de ignorantes, "¿Vencedores o vencidos? (el juicio de Nuremberg)" es una peli de las que dejan huella, de las que debería ser obligatorio ver para no ser un cerrojo del 15. Los que seguís el hilo de mis críticas, ya sabréis que no soy dado en absoluto a opinar que todas las pelis en blanco y negro del año de maricastaña son buenas. De hecho, creo que comentaba hace poco que "Ciudadano Kane - Citizen Kane, 1941" no me parece que sea la obra maestra que la mitad de frikis argumentan que es. Por eso, cuando os digo que la peli de hoy es de las que no os podéis perder, hacedme caso, que no lo digo por decir. Y, si después de ver los últimos veinte minutos, la peli no ha conseguido haceros pensar en las barbaridades que hicieron aquellos hijoputas, y en las consecuencias tan brutales que han tenido, más os valdría cambiaros la sangre de las venas por horchata. Para los que se dejen aconsejar, os recomiendo de corazón esta película. Tomad nota.