martes, 25 de octubre de 2011

CINE DE LOS 80: "LA COSA (EL ENIGMA DE OTRO MUNDO)"


TITULO: LA COSA (EL ENIGMA DE OTRO MUNDO)

DIRECTOR: JOHN CARPENTER

REPARTO: KURT RUSSELL, A. WILFORD BIRMLEY, T.K. CARTER, RICHARD DYSART

DURACION: 109 min.

AÑO: 1982

GENERO: TERROR

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • John Carpenter ya era toda una celebridad como realizador de películas de terror cuando se puso al frente de "La cosa (El enigma de otro mundo)". Debido a lo reducido de los presupuestos de los proyectos que filmaba, éstos se convertían en producciones rentables que agradaban al público, gracias a la combinación de elementos fantásticos y personajes más o menos entrañables, cada uno a su nivel. Así pues, tras el descomunal éxito de "La noche de Halloween - Halloween, 1978" (propiciado más por su escaso presupuesto que por las recaudaciones finales), y el buen sabor de boca que dejó con "La niebla - The fog, 1980" y "1997: Rescate en Nueva York - 1997: Escape from New York, 1981", Carpenter decidió utilizar la novela escrita por John W. Campbell como punto de partida para el que sería su siguiente -y, posiblemente, mejor- largometraje: "La cosa (El enigma de otro mundo)". Para ello, no tuvo reparos en hacer que esta producción, mucho más cara que sus anteriores largometrajes, contara con todo despliegue de medios, entre los que se incluían la construcción de enormes decorados en plató, el desplazamiento del equipo de rodaje a frías localizaciones del norte para la filmación de los exteriores, y un equipo de profesionales (director de fotografía, compositor, especialistas de maquillaje) de primer nivel.


    Una expedición de científicos estadounidenses se encuentra realizando una serie de experimentos y seguimiento de pruebas en una remota región de la Antártida. Casualmente, un día encuentran lo que parece ser una vieja nave abandonada, en cuyo interior hayan una especie de cofre de enorme tamaño, vacío y cubierto de hielo. Tras regresar a la base con muestras de lo que encuentran, empiezan a sucederse extraños acontecimientos en los que, según parece, "algo" es capaz de infiltrase como un parásito en organismos vivos (animales y humanos), suplantando su personalidad, pero acabando por completo con ellos, y manifestándose a partir de la deformación de los cuerpos que invade. Será entonces cuando el jefe responsable de la expedición, R.J.McReady (Russell) decida poner a todos los miembros de la expedición en cuarentena, ante la imposibilidad de saber dentro de quién de ellos se encuentra alojada esa "cosa" que los suplanta y aniquila.


    "La cosa (El enigma de otro mundo)" es un proyecto que le ha permitido a Carpenter recrear la atmósfera de terror propia de sus mejores largometrajes, a la vez que dio un gran paso adelante en lo que a los trucajes de maquillaje se refiere. Es innegable que todas aquellos momentos en que "la cosa" se manifiesta (a través de los momentos más gore del film) son no sólo los más logrados, sino también los más impactantes. Tras una primera parte de película en que Carpenter consigue ir haciendo que la sensación de inquietud vaya aumentando en el público -desde que la cinta empieza en las frías localizaciones de la Antártida, uno ya intuye que van a pasar cosas no demasiado buenas-, más a través del poder de la sugestión que de aquello que se acaba mostrando finalmente (algo así como la forma empleada por Spielberg con su temible escualo en "Tiburón - Jaws, 1975"): el hallazgo de los restos de la nave en la que aterrizó "la cosa", las babas que va dejando en la perrera tras su liberación en la base, las sombras por los pasillos de la base de las criaturas que ha invadido, etc.


    Sin embargo, es tras esa primera parte cuando Carpenter no escatima en recursos técnicos y visuales para plasmar en imágenes el horror al que los científicos deben acabar haciendo frente, a través de las transformaciones y masacres que provoca esa "cosa" en los huéspedes en los que se introduce. Así pues, algunas de las escenas más truculentas son aquella en que, haciendo la autopsia de uno de los primeros miembros de la expedición que mueren, su estómago se transforma en una gigantesca boca con cuyos dientes arranca de cuajo los brazos del forense, o como cuando una cabeza es desprendida del tronco, arrastrándose por el suelo gracias a una kilométrica lengua. Evidentemente, son momentos que llaman la atención tanto por la inicial repulsa que provocan dichas imágenes, que por el miedo que se deriva de ellas. Sin embargo, esto no es impedimento para que algunas de estas transformaciones físicas resulten ciertamente aterradoras (la mirada y aullido en el exterior de la base de uno de los científicos, cuyas manos se han transformado en una especie de garra de gran tamaño), y que la tensión del relato vaya aumentando considerablemente, ya que el espectador sabe que, en todo momento, uno de los miembros vivos de la base no es humano, pero no sabe cuál.


    Por otra parte, tal y como comentábamos al inicio, esta historia de terror contó con grandes nombres de la industria, como el director de fotografía Dean Cundey (colaborador del propio Spielberg en la mayoría de sus largometrajes de la década de los ochenta), capaz de transmitir en cada imagen tanto el misterio y la tensión reinante en el interior de la base como la sensación de aislamiento en aquellos fríos parajes, o la presencia del maestro Ennio Morricone como compositor del film, quien desarrolló excelentes temas con aire de misterio gracias al empleo del bajo electrónico y de melodías de órgano, como si de una pesadilla gótica se tratara.


    No obstante, a pesar de todo esto, "La cosa (El enigma de otro mundo)" no alcanzó el éxito que se esperaba. Posiblemente porque, por aquel entonces, el público tenía una visión más idealizada de lo que suponía la presencia extraterrestre entre los humanos (no en vano, el mismo año de su estreno, otra película había arrasado en las taquillas de todo el mundo, con una visión muchísimo más inocente y simpática de la vida alienígena: "E.T. El extraterrestre - E.T., 1982"). Sea como fuere, de lo que no cabe duda es de que "La cosa "El enigma de otro mundo)" es una película excelente como muestra de relato de terror semi gore, cuya mayor virtud no se encuentra tanto en la presencia de secuencias impactantes y violentas, sino en la creación de una atmósfera de misterio y asfixia muy bien reproducida, que consigue sumergir al espectador en la aterradora aventura en la que se ven inmersos los protagonistas de la misma. Sin duda, junto con "Starman - Starman, 1984", uno de los mejores trabajos de Carpenter.



  • MR. HYDE DICE:

  • "La cosa (El enigma de otro mundo)" mola, aunque reconozco que es un pelín asquerosilla. Como dice Jekyll, la primera media hora de la peli es más de misterio que de otra cosa. No sale ningún bicho raro, ni sangre, ni nada por el estilo. De hecho, acojona más eso que el resto, porque no ves nada raro, pero ya te da mal rollito todo eso de la nave espachurrada en mitad de ninguna parte, vacía del todo y con cosas así medio raritas. Además, tienes claro que, en cuanto vuelvan a la base que tienen, van a empezar a pasarles cosas, y que los científicos van a ir cayendo como moscas. Pero, como os digo, aún no ves nada, sólo ese feeling de que algo chungo va a pasar -y es una sensación guapísima-.


    Eso sí, cuando ya están en la base y el bicho ese, o lo que sea, empieza a meterse dentro de la peña (cosa que, curiosamente, nunca ves cómo lo hace), ahí ya empieza el festival de cosas raras. Porque no es que sea como en esa peli de las invasiones de los ultracuerpos sino que, aquí, "la cosa" esa destroza por completo a los tipos en los que se mete, convirtiéndolos en monstruos asquerosos: a uno le convierte la cabeza en una especie de araña gigante, otro te saca un cuello que lo hace parecer una jirafa con cabeza de monstruo dentón... En fin, que los va desfigurando y reventando a base de bien mientras se los carga. Y, evidentemente, el resto de los humanos de la base, que no están tontos, empiezan a querer cazarla hasta reventarla a base de lanzallamas.


    Pese a que tiene esos momentos de asquete, la verdad es que "La cosa (El enigma de otro mundo)" te deja clavado al asiento mientras la ves. No hay que negar que la peli está muy bien hecha, y que el ritmo es muy trepidante. Pero no trepidante en plan peli de acción a saco, sino en el sentido de que el misterio y la intriga están muy bien llevados para hacer que te entre el canguelo justo mientras los protas averiguan quién es el malo de la función. Tiene esas dosis de miedo muy bien calculadas, hasta ese final en el que casi lo mandan todo a hacer puñetas (me refiero a los personajes, no a la peli). En fin, que "La cosa (El enigma de otro mundo)" no es una peli que os aconsejaría ver con vuestra novia al lado -al no ser que le vayan esos rollitos-, pero que sí que os podría gustar a vosotros, ávidas criaturas de las experiencias más gores. A mí, por lo menos, me gustó.