TÍTULO: LA GUERRA DE LOS MUNDOS
DIRECTOR: STEVEN SPIELBERG
REPARTO: TOM CRUISE, TIM ROBBINS, DAKOTA FANNING, JUSTIN CHATWIN, MIRANDA OTTO
DURACIÓN: 116 min.
AÑO: 2005
GÉNERO: CIENCIA FICCIÓN
Cuando, en 2002, el actor más taquillero del panorama actual rodaba por fin un largometraje a las órdenes del Rey Midas de Hollywood, el resultado que se estrenaba en las carteleras era el excelente film de ciencia ficción "Minority report - Minority report, 2002". La película gustó tanto al público como a la crítica, que la destacó como una de los mejores films de ciencia ficción de la nueva década y, lo cierto es que, aún vista hoy la cinta, no es para menos. Por este motivo, cuando actor y director anunciaron que volvían a colaborar juntos, la noticia fue recibida con entusiasmo por casi todo el mundo. Además, cuando concretaron que dicho proyecto iba a ser una revisión de la creación de H.G. Wells, anteriormente llevada al cine a mediados de la década de los años cincuenta, la expectación no hizo sino crecer aún más. Ahora bien, cuando el largometraje por fin llegó a las pantallas, por desgracia, el arrollador éxito comercial bien poco tuvo que ver con la calidad del producto.
La versión de Spielberg de "La guerra de los mundos", en lugar de dedicar parte del metraje a profundizar en las relaciones humanas, como sí sucedía en la versión anterior, se dedica, casi en exclusiva, a apabullar al público con unos excelentes y excesivos efectos visuales, que no logran llenar en ningún momento en enorme hueco que deja un guión repleto de agujeros, incoherencias, y absurdo. A ello también contribuye la muy mediocre actuación tanto de Tom Cruise (nada que ver su participación en esta película con otras caracterizaciones del actor anteriores), como la de la actriz infantil Dakota Fanning (infinitamente mejor en otros largometrajes como, por ejemplo, "El fuego de la venganza - Man on fire, 2004") e, incluso, un desaprovechado Tim Robbins en un papel menor.
La historia comienza cuando Ray Ferrier (Cruise) se dispone a pasar un fin de semana con sus hijos, Rachel (Fanning) y Robbie (Chatwin), a quienes no ve con demasiada frecuencia desde que se separó de su mujer. Sin embargo, de repente, una serie de truenos empiezan a producirse en el cielo, acompañados de grandes rayos que caen en la ciudad, produciendo grandes daños materiales. Lo que nadie se espera es que, de esos rayos, empiecen a surgir una especie de androides alienígenas, cuya primera reacción es destruir absolutamente todo lo que se cruce por su camino. En un intento desesperado de proteger a sus hijos, Ray huye de la ciudad en medio del caos y la destrucción más absolutos, tratando de encontrar un refugio en el que poder quedarse momentáneamente.
A pesar de los puntos negativos destacados en este maltrecho film de Steven Spielberg, sería injusto si no se señalaran también ciertos momentos dignos de mención. Uno de ellos, es la secuencia de la huída a bordo de un monovolumen de Ray sus hijos. Los movimientos de cámara de esa secuencia son, en una palabra, magistrales. Retomando el estilo que el mexicano Alfonso Cuarón perfeccionaría en su largometraje "Hijos de los hombres - Children of men, 2006", la cámara va pasando de un personaje a otro, entrando y saliendo del coche, y recorriendo todo su interior, sin que el vehículo se detenga en ningún momento. Es una secuencia que deja con la boca abierta. Del mismo modo, hay que reconocer que toda la secuencia que tiene lugar en el sótano en el que está escondido Ray con su hija, y en el que una especie de cabeza rastreadora alienígena lo recorre tratando de encontrarlos, deja sin respiración a causa de la tensión acumulada. Sin duda, la referencia más inmediata para dicha secuencia cabe encontrarla en la película de M. Night Syamalan, "Señales - Signs, 2002", cuyo final en el sótano es un prodigio de planificación y ejecución.
Evidentemente, no hay que dejar de lado los impresionantes efectos especiales. Secuencias como la primera huída de Ray y sus hijos en coche, con esas autopistas siendo destruidas tras ellos, son fabulosos. O toda la secuencia que tiene lugar a bordo del ferry. Pero, lamentablemente, el resto de elementos no se encuentran a la altura de estos trucajes visuales. La fotografía de Janusz Kaminski es tan fría como anodina; la música del maestro John Williams es tan intrascendente que, de no haber sonado melodía alguna, no se hubiera notado mucho; y, por encima de todo, el guión de David Koepp es, en una palabra, ridículo. Esperemos que Spielberg esté algo más inspirado para los próximos proyectos que tiene pensado estrenar de aquí a final de año. Habrá que tocar madera.
¡Menuda puta mieeeeeeerda de película! ¡Ostras tú, qué fuerte! Mira que con Spielberg dirigiendo el cotarro y Tomasete Cruise poniendo su carita bonita, la cosa ya prometía. Sobretodo después de "Minority report", que es una peli cojonuda. Pues flipa, colega, porque los dos pollos se han soplado un truño como un piano de grande. Al principio, la cosa no está mal -y, cuando digo al principio, me refiero a los primeros quince o veinte minutos-, con la presentación de los personajes y todo eso. Los primeros ataques de los bichos esos invasores tampoco están nada mal. Ahora bien, cuando Cruise empieza a correr la primera vez, ya se acabó el invento. El resto de lo que espera es verle a él con cara de tonto y a la niñata esa histérica que tiene por hija yendo a toda leche de un sitio para otro a toda mecha. Podrá tener todas las secuencias con extras que quieras, y unos efectos especiales de cágate lorito, pero lo que es la peli, acaba siendo un coñazo de cojones. No tiene historia. Sólo son secuencias sueltas de destrucción por parte de los aliens y, sobretodo, mucho primer plano de Cruise. ¡Ni siquiera, un actor tan bestial como Tom Robbins está aprovechado!
Puede que esté siendo un poco duro con la peli, pero os juro que fui a verla con unas ganas tremendas (como dice mi padre, mezclando buenos ingredientes, es muy difícil que salga algo malo). Pues se ve que se han esforzado al máximo, porque la cosa es mala a rabiar. De entrada, los personajes. Vamos a ver, Tomasete, tú podrás hacer de padre divorciado que no tiene muy buena relación con sus hijos, pero coño, cúrratelo un poco más. No te limites a gritar como un poseso y a poner cara de tonto, macho, que cuando quieres, bien que actúas. Y luego, está la cría. La tal Dakota Fanning, haciendo de histérica y niña chalada. ¿Se puede saber qué puñetas esa chorrada de "éste es mi espacio, lo que queda dentro de él es bueno"? ¿Pero qué psicólogo con dos dedos de frente le dice a una cría -que lo único que necesita son dos tortas bien dadas- que vaya soltando esas mamonadas? Se ve que a los americanos les encantan esas paridas, porque si no, no lo puedo entender. Bueno, y eso por no hablar del personaje del hijo, que si la nena tiene un guantazo, el repelente éste tiene guantazo y medio.
Ahora, lo más sangrante de todo, es que detrás de todo este desastre se encuentre Spielberg. No hay derecho a que alguien capaz de hacer "La lista de Schindler - Schindler's list, 1993" o la de "Minority report" que decía antes, se haya soplado semejante mamarrachada. Aunque claro, teniendo en cuenta que lo que le venía después era la cuarta y lamentable entrega de Indiana Jones, ya no sé qué pensar. Además, ¿se puede saber qué final es ese? ¿Cómo puede tener los santos cataplines de acabar nadie así una película? ¿Es que ya no quedaba pasta porque se lo había gastado todo reventando el planeta o qué? Os prometo que, de todas las películas que he visto en mi vida -y podéis apostar partes vitales de vuestra anatomía a que son unas cuantas-, el final de éste es de los más ridículos que recuerdo.
En fin, que los efectos especiales podrán estar de lo más currado, pero pasarse casi dos horas viendo "La guerra de los mundos" made in Spielberg es una pérdida de tiempo como una catedral. ¡Ay si Orson Welles levantara la cabeza y viera lo que han hecho estos desgraciados con su show de radio!
1 comentario:
Mala no, lo siguiente. Que patata de película y que pérdida de dinero. Encima las actuaciones no me gustaron nada. Esta no merece ni una estrella, por estrellada.
Alejapendeja
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