TÍTULO: COMMANDO
DIRECTOR: MARK L. LESTER
REPARTO: ARNOLD SCHWARZENEGGER, RAE DAWN CHONG, BILL DUKE, VERNON WELLS, ALYSSA MILANO
DURACIÓN: 90 min.
AÑO: 1985
GÉNERO: ACCIÓN
A mediados de los ochenta, productor Joel Silver, casi debutante en el cine de acción y a quien, hoy en día, se le deben largometrajes tan conocidos como la trilogía de "Matrix", parecía más que interesado en contar con conocidos realizadores de fama y estilos más o menos especializados en un cine de acción que supiera darle un nuevo enfoque a este género. De ahí su interés en colaborar, por ejemplo, con grandes directores del cine de acción como John McTiernan (quien debe su bautismo de fuego en este género a Silver gracias a sus producciones "Depredador - Predator, 1987" y "Jungla de cristal - Die hard, 1988"), el veterano Richard Donner (que, a pesar de su reconocida carrera antes del inicio de su colaboración con Silver, sentó cátedra en el cine de acción con las cuatro entregas de "Arma letal") y, en el caso que hoy nos ocupa, con Mark L. Lester. Lester, que hasta el momento era un director nada especializado en el cine de acción, pero que había alcanzado una cierta popularidad gracias a sus anteriores films "Ojos de fuego - Firestarter, 1984" y, sobretodo, la polémica por su violencia "Curso 1984 - Class of 1984, 1982", aceptó en seguida el ofrecimiento de Silver para dirigir un nuevo vehículo para el lucimiento de la ascendiente estrella austríaca Arnold Schwarzenegger, después de la buena aceptación que habían tenido entre el público las dos partes de "Conan" y la primera de su famosísimo "Terminator".
John Matrix (Schwarzenegger) es un coronel del ejército estadounidense que disfruta de su retiro en compañía de su hija, Jenny (Milano). Sin embargo, cuando Jenny es secuestrada por una banda capitaneada por Benett (Wells), un antiguo miembro de la unidad de Matrix, éste se ve forzado a cometer un asesinato a cambio de la libertad de la pequeña. Sin embargo, Matrix consigue escapar y emprende una búsqueda sin cuartel de su hija, liquidando a cuantos enemigos se cruzan en su camino, y encontrando una inesperada ayuda en, Cindy (Chong), una mujer a la que casi obliga a colaborar con él pero que, conforme vayan avanzando las cosas, comprenderá en qué se encuentra metido Matrix.
"Commando", sin poder ser considerado ni de lo mejor o ni de lo más entretenido que se encuentra en la monótona filmografía de Arnold Schwarzenegger, tal vez sea el largometraje más decisivo de su carrera. En efecto, a pesar de tener un guión prácticamente inexistente (y créanme si les digo que las pocas frases que contiene no aportan nada a la historia), y resultar de lo más predecible, sería injusto no alabar una de las pocas virtudes que contiene el film: su capacidad para entretener. En "Commando" está claro que su principal atractivo fue la presentación de un film de acción pura, donde los disparos y explosiones espectaculares -todo ello por no hablar de los impresionantes enfrentamientos cuerpo a cuerpo- constituyen un auténtico festival pirotécnico, y en el que la presencia del forzudo de origen austríaco demostró tener el suficiente tirón en taquilla como para convertirse en la figura mítica que es a día de hoy.
Sin embargo, más allá de estas secuencias de acción, algo por lo que también llamó la atención "Commando" es por su contenido violento dentro de estas mismas escenas. A este respecto, aparte de los numerosos disparos a bocajarro destacan, por ejemplo, secuencias como aquella en que Matrix se divierte con uno de los villanos de la función antes de arrojarlo por un precipicio, o el muy violento final en el que Matrix hace frente al pelotón enemigo en el que no duda en amputar extremidades o degollar sin más miramientos a quien trata de impedirle llegar hasta su hija. Pero, preocuparse por aspectos como estos al hablar de un largometraje cuyo único objetivo es divertir y entretener a la audiencia más aficionada a las películas de acción, sería una pérdida de tiempo absoluta. Por consiguiente, la mejor manera de disfrutar de un film como "Commando" es no exigirle nada más de lo que da: diversión a base de tiroteos varios y trepidantes secuencias de acción, al más puro estilo actioneer de los ochenta. Al fin y al cabo, los largometrajes como éste son los que permitieron que el el actual cine de acción sea lo que es (tanto para bien como para mal).
Ahí, ahí, cine del bueno. ¡Juas! Bueno, sí, supongo que "Commando" es una de las pelis de acción de Chuache más conocidas del momento, y justo después de demostrar que el tío tenía futuro en eso de hacer de robot futurista. Aunque, que nadie se equivoque, que "Commando" es una peli de acción, sí, pero, sobretodo, una de las más evidentes demostraciones de lo que es el cine mamporrero ese de acción en el que un pavo más solo que la una se las sobra y basta para darle por la retaguardia a medio ejército. Vamos, que con cuatro como el John Matrix de la peli, los yanquis ganaban cualquier guerra, porque hay que ver cómo le cunden las balas al tío.
En fin, que tampoco merece la pena desmerecer mucho a "Commando" que, al fin y al cabo, no disimula ni por un solo momento lo que es: un festival de mamporros, disparos, explosiones y peleas a puro huevo pensadas desde el minuto uno para entretener a la peña y hacer distraídos la hora y media casi exacta que dura. Hay momentos currados de acción, como el asalto al principio de la peli a la casa de Chuache, justo cuando se llevan a la hija y el tío se lanza monte abajo con un coche escacharrado; o la huída desde el avión en pleno vuelo (con más cuento que calleja); y, por supuesto, todo el enfrentamiento final en esa especie de súper mansión donde no deja títere con cabeza. Son escenas en las que sabes que a Chuache no le van a hacer ningún rasguño y, si se lo hacen, sangrará sólo un par de minutos para luego decir: "Tranquilos, estoy bien. Sólo es una herida poco profunda", o algo por el estilo.
Claro que, en "Commando" eso no importa un auténtico pijo, porque lo que a los que nos la hemos visto -y más de una vez, lo reconozco- son todas las secuencias de acción a saco paco. El diálogo estorba en películas como ésta, y que el Governator ponga la misma cara cuando está contento que cuando está cabreado, nos la pela olímpicamente (es más, atentos al principio, cuando está con su hija dándole un biberón a un ciervo, lo ridículo que se ve). A este respecto, "Commando" cumple perfectamente con sus expecativas, que es hacer que la gente se distraiga con una peli de acción y explosiones a tutiplén. De hecho, ni siquiera el poster es capaz de engañar a nadie. Así que ya sabéis, si os van estas pelis de ver y tirar, pues cojonudo; si no, ya os la podéis ahorrar, porque os aseguro que no hay nada más que lo que os he dicho: mucha acción (pero bien hecha y entretenida), poco diálogo.
1 comentario:
No sé cómo se puede gastar celuloide (o lo que se use ahora) en esta bazofia. Pero hay gente con estómagos que lo digieren todo.
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