DIRECTOR: WOODY ALLEN
REPARTO: EWAN MCGREGOR, COLIN FARRELL, TOM WILKINSON, HAYLEY ATWELL, SALLY HAWKINS
DURACIÓN: 108 min.
AÑO: 2007
GÉNERO: THRILLER
Fiel a su cita anual, y recién salido de la excelente acogida crítica y económica de su anterior trabajo, "Match point - Match point, 2006", Woody Allen quiso repetir muchos de los factores que habían hecho de ésta una obra diferente a sus anteriores largometrajes. Así pues, la acción volvía a tener lugar en Londres, el argumento era más propio del thriller policíaco que no de su más descaharrante comedia, y el tema que proponía pretendía dar qué pensar al público. Además, para ello, contaba con la participación de actores que, poco a poco, se han ido formando un nombre de peso en la industria (caso de Ewan McGregor y Colin Farrell), así como de grandes intérpretes convertidos en auténticos roba-escenas, y capaces de hacer interesantes y creíbles cualquier línea de diálogo que reciten (como sucede con el siempre excelente Tom Wilkinson). El resultado es uno de los títulos más maduros del cineasta neoyorquino, en el que éste realiza un impecable análisis de la trascendencia de determinadas decisiones, y las consecuencias que éstas acaban teniendo en la conciencia de quienes las toman.
Ian y Terry (McGregor y Farrell, respectivamente) son dos hermanos que viven en Londres. Si bien Ian es un playboy al que le gusta aparentar ser un ricachón hombre de negocios para poder seducir a cuantas más mujeres mejor, Terry es un mecánico de un pequeño taller de coches, que tiene serios problemas con el juego. Agobiados los dos por la necesidad de disponer de una importante suma de dinero (Ian se ha comprometido con la compra de un barco llamado El sueño de Casandra, mientras que Terry debe mucho dinero tras perderlo jugando a las cartas), acuden a su tío, Howard (Wilkinson), al que la madre de los muchachos, Kate (Hawkins) siempre les pone como ejemplo a seguir. Howard les presta de buena gana el dinero a ambos con la condición de que, si en algún momento necesita ayuda por su parte, éstos responderán con la misma predisposición. Los problemas aparecen cuando Howard les pide a los dos hermanos que liquiden a un tipo que está investigando la procedencia de determinados fondos que Howard ha obtenido de forma poco legal. Será entonces cuando Ian y Terry deban decidir qué hacer al respecto con una petición tan seria como la de matar a alguien.
En "El sueño de Casandra" Allen se desprende de los tópicos que han caracterizado su cine desde hace más de treinta años para plantear una situación bien comprometida. Por un lado, se encuentra la moralidad de las acciones que toma cada individuo, y a las que debe someter irremediablemente a una valoración por parte propia que determine si debe seguir adelante con ellas o no. Lo bueno del guión de Allen es que dichas decisiones quedan planteadas casi más como una obligación que como una decisión voluntaria (ver la impecable e impresionante secuencia en la que Howard y sus sobrinos discuten bajo la lluvia el favor que éste necesita de los jóvenes muchachos, y de cómo los presiona recordándoles el apoyo pasado para obtener su implicación) lo que, además, hace que aumente la presión y las dudas sobre los protagonistas.
Ahora bien, si durante la primera mitad del largometraje Allen plantea esta cuestión, durante su segundo acto se encarga de mostrar las consecuencias de tomar las decisiones finales. Pasando por alto un breve episodio intermedio en el que los hermanos procuran planificar la forma más efectiva de llevar a cabo el asesinato -que, dicho sea de paso, es la parte más floja de la cinta- (atención al instante en que prueban la pistola que han fabricado, decidiendo utilizarla sólo si ésta sale como tienen pensado; o el momento en que perpetran el crimen, mostrado en un único plano fijo que los encuadra únicamente a ellos), la segunda mitad del film se centra en el peso que ejerce sobre la conciencia de los dos hermanos el acto que ambos han realizado. Ahora bien, lo curioso de ello, es que la reacción es diferente por completo en Ian que en Terry, chocando la capacidad de olvidar y no juzgar qué tiene uno en contraposición con el que adquiere una terrible carga sobre sus espaldas.
Por otra parte, si bien estamos considerando que el guión de Allen para "El sueño de Casandra" es el punto atractivo de la película, es una lástima que su puesta en escena sea tan monótona. Por momentos, da la sensación de que Allen no ha querido profundizar más en determinados aspectos de su propia obra (la relación entre Ian y una de sus conquistas podría haber dado muchísimo más de sí de lo que queda resuelto en la película, lo mismo que la relación entre los dos hermanos tras el crimen), dejando que el espectador se encargue de rellenar los huecos con su propia imaginación. Este factor, combinado con el hecho de que el final parezca algo precipitado que se le escapa a Allen de las manos (el planteamiento de qué debe hacer Ian con Terry para evitar que hable más de la cuenta), hace que "El sueño de Casandra" no sea el largometraje tan redondo que se esperaba, ni que se encuentre a la altura de su mucho más lograda "Match point".
Independientemente de esto, no es menos cierto que "El sueño de Casandra" es una de las obras más maduras e interesantes de Allen, maltratada por la fría acogida que tuvo entre el público en el momento de su estreno comercial en cines, y que merece la pena una segunda oportunidad para descubrir tanto la buena película que es, como imaginar la gran obra que podría haber sido.
Tiene huevos que Woody Allen sea famoso por sus comedias y los (interminables) discursos sobre el psicoanálisis, las frases socarronas y cuatro cosas más, pero que luego el tío sea capaz de hacer películas de suspense que no tienen nada que envidiar a las de otros directores que llevan años haciéndolas. Quien haya visto "Match point" y esa otra parecida que es "Delitos y faltas - Crimes and misdemeanors, 1989" sabe perfectamente de lo que estoy hablando. Pues con "El sueño de Casandra", el amigo Woody le ha dado otra vuelta de tuerca a lo mismo, solo que, en esta peli, en vez de ser una especie de preparación del crimen perfecto como las otras, parece que se preocupa más por las consecuencias de ese crimen, metiéndose en la conciencia de los que lo han cometido. A vosotros no sé, pero a mí la idea me parece bastante original, ya que siempre ves al asesino cómo se carga a su víctima y luego es detenido (o no). En cambio, en "El sueño de Casandra" lo que se empeñan en contar es lo que puede torturar por dentro a los implicados en ello.
Es más, otra cosa curiosa que llama mucho la atención es que, una vez que los dos hermanos aceptan "hacerse cargo del problema" que tiene su tío, uno de ellos lo quiere hacer para acabar de una vez con el temita y que la cosa quede en paz, mientras que el otro es el que se resiste a matar a nadie, por mucho favor que deba a alguien de su familia. Pero resulta que, a la hora de la verdad, cuando hacen cierta cosa, todo se vuelve del revés, y el que estaba tan seguro de todo es el que ahora está que se lo reconcome la conciencia cuando, el otro, por su parte, está más tranquilo que otra cosa. Y más que nada tiene su gracia porque los dos son hermanos, que se supone que tendrían que tener unos mismos valores los dos, pero ya ves.
De todas formas, "El sueño de Casandra", por muy bueno que sea su argumento, da la sensación de que es una de esas películas en que se podría haber contado mucho más, o contado de una forma más en plan película de súper intriga porque, quitando de los tres o cuatro momentos de tensión a tope, el resto parece que se quede un poco en nada, o que las secuencias intermedias (o como se digan) se alargan demasiado, con mucho bla bla y poca chicha. Por ejemplo, cuando uno de los hermanos conoce a una chica -que tampoco queda muy claro por qué ésta va en plan femme fatale, si luego tiene más pinta de corderillo que de tía dura-, todo se vuelve más lento, como si nos importara un pijo que se enamore de la chica o no. Y lo mismo pasa con el otro hermano tras el crimen (todas esas escenas en que se pasea medio zombi por el efecto de los tranquilizantes o de los pedos que se coge para olvidar lo que ha hecho), que no hace más que alargar a lo tonto momentos a los que tampoco habría que prestar más atención, en especial cuando el final que tiene pensado Allen es mucho más trágico.
Y, precisamente, este final es otra de las cosas que están hechas un poco de forma precipitada. Creo que, si ahora sí fuera un director más acostumbrado a hacer pelis de intriga, el final que tiene lugar en el barco hubiera resultado un poco más impactante o con tensión (y cuidado, que no estoy diciendo que no valga nada, sino que te quedas así un poco como esperando algo más que no llega). Eso sí, el mensaje queda claro, y más teniendo en cuenta no sólo lo que significa el nombre del barco, sino lo que representa para los dos hermanos. En fin, que aparte de estas dos o tres cosas -más dichas para ponerle alguna pega, aunque no sea nada grave en absoluto), lo que sí es cierto es que "El sueño de Casandra" es una película estupenda, con una historia que te da que pensar, y con su mensaje directo a la conciencia ya que, al fin y al cabo, de eso va la cosa. Muy chula. Lástima que no tuviera el mismo éxito que esa mierda que es "Vicky Cristina Barcelona - Vicky Cristina Barcelona, 2008". Se ve que si Scarlett Johansson no sale por ahí moviendo el busto el tema no interesa tanto. En fin...
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