DIRECTOR: STEVEN SPIELBERG
REPARTO: HARRISON FORD, KAREN ALLEN, PAUL FREEMAN, JOHN RHYS-DAVIES, WOLF KAHLER
DURACIÓN: 115 min.
AÑO: 1981
GÉNERO: AVENTURAS
A principios de los años ochenta, hablar del cine de aventuras ya no era, para nada, hablar de las películas de corte épico que tan populares se hicieron durante la década de los cincuenta y sesenta. Esa percepción de aventura había sido sustituida por una “fiebre espacial”, causada por el entusiasmo generalizado que había supuesto la aparición de las primeras entregas de “La guerra de las galaxias”. Por ello, cuando Steven Spielberg, recién salido del tremendo batacazo comercial que había provocado su anterior film, la fallida “1941 – 1941, 1979”, estrenó la primera parte de las aventuras del arqueólogo más famoso de la historia del cine, la respuesta del público no pudo ser más entusiasta. “En busca del arca perdida”, cuya historia surgió de la mente del mismísimo George Lucas y de un entonces primerizo guionista y director, Lawrence Kasdan (quien, ese mismo año, rodaría una de las mejores películas de cine negro de la década, “Fuego en el cuerpo – Body heat, 1981”), logró reunir en un mismo largometraje todos los elementos del cine de aventuras más trepidante, convirtiéndolo no sólo en uno de los mayores éxitos de todos los tiempos, sino en uno de los mejores trabajos de su realizador.
Primera mitad del siglo XX. El doctor Jones (Ford) es un arqueólogo muy particular. No sólo imparte clases en una Universidad, sino que, también, participa en peligrosas expediciones destinadas a localizar y desenterrar tesoros escondidos. Cuando Jones se entera de que las fuerzas nazis han contratado a Belloq (Freeman), uno de sus mayores rivales en el campo de la arqueología, para hacerse con el Arca de la Alianza, Jones no dudará en ponerse en camino para evitar que semejante tesoro de la humanidad no caiga en manos de esas fuerzas siniestras. Para ello, contará con la ayuda de una antigua novia llamada Marion (Allen), cuyo padre fue el tutor de Jones, y del que aún guarda una importante información que éste necesita para poder localizar el Arca, así como un medallón que, según parece, indica la localización exacta en la que ésta se encuentra enterrada.
“En busca del arca perdida” es espectáculo en estado puro. Pocas películas en la historia del cine han conseguido mantener un equilibrio tan logrado entre el grado de entretenimiento y el interés por su historia como ésta. No sólo definió lo que serían las bases del cine moderno de aventuras, sino que presentó a un personaje que, por derecho propio, ha pasado a los anales del séptimo arte. Prácticamente todo en la película de Spielberg es perfecto: desde la acción trepidante a más no poder (ver el prólogo que abre el film, o la secuencia en la que Indiana Jones debe hacerse con el camión que transporta el Arca) hasta el misterio más inquietante (cómo van encajando las diferentes piezas que conducen a Indiana hasta el sitio exacto en el que se encuentra enterrada el Arca), pasando por los inevitables apuntes fantásticos (lo que sucede cuando se abre el Arca de la Alianza), y la presencia constante de un sentido del humor de lo más simpático (la célebre secuencia en que Indiana Jones liquida de un disparo a un enemigo que alardea con su espada).
No es sencillo atribuirle el mérito de que “En busca del arca perdida” sea una gran película de aventuras a una sola persona. Por una parte, la realización de Steven Spielberg es espectacular, pues aprovecha todos y cada uno de los elementos de la historia para dotar al largometraje de ese ritmo trepidante y emocionante que tiene de principio a fin. Asimismo, la caracterización de Harrison Ford (en un papel para que, en un principio, se quiso contar con el televisivo Tom Selleck -como dice Hyde, Ford aún tiene que estar mandándole tarjetas de agradecimiento a Selleck-) es de las más reconocidas de la carrera del actor, quien consigue hacer de Indiana Jones un personaje entrañable, socarrón y, sobretodo, paradigma del aventurero por excelencia. Por otra parte, se las ingenia para que la historia, a pesar de los momentos más fantásticos que contiene, no resulte increíble a ojos del espectador, y para que, por supuesto, el resto de elementos que intervienen en la producción del film (qué decir de la fotografía de Douglas Slocmobe o, sobretodo, de la famosísima música compuesta por John Williams), se encuentren a la altura de las expectativas.
“En busca del arca perdida” es una película que no sólo ha soportado magníficamente bien el paso de los años, sino que es un verdadero placer poder volver a verla cada cierto tiempo. Ya no sólo se guarda el buen recuerdo que quedó tras la primera vez sino que, además, sirve para darse cuenta de lo que debería ser siempre una buena película de aventuras, y de que es posible entretener a los espectadores con producciones de calidad que no necesitan recurrir a los clichés más explotados para lograr buenos resultados. En definitiva, “En busca del arca perdida” es una de las grandes películas que ha dado el mejor cine de aventuras. Todo un referente y ejemplo de lo que deberían ser.
Pues qué decir de "En busca del arca perdida! Aparte, por supuesto, de que es una de las mejores películas de aventuras de la historia del cine, y con la que se han comparado todas las que han hecho después. Lástima que el tito Spielberg no haga siempre peliscomo ésta, pero en fin... Pero bueno, a lo que íbamos. "En busca del arca perdida" lo tiene prácticamente todo: emoción, acción, intriga, misterio, aventura a saco paco, y un ritmo que te hace estar pegado a la pantalla desde que empieza hasta que acaba mientras te lo pasas como en tu vida.
Pocas películas recuerdo ahora mismo que me hayan enganchado tanto desde los primeros quince minutos como "En busca del arca perdida". Ya, desde ahí, es una pasada: ese principio buscando el ídolo dorado en mitad de la selva peruana, la cueva llena de trampas (por no hablar de esas arañas grandes como el puño), de cómo tiene que hacer para colocar un peso parecido al del ídolo en el altar y, por supuesto, la huida a todo trapo antes de que lo aplaste un pedrucso gigante, y de que una tribu indígena lo deje hecho un colador a base de flechas. Ah, y ya si le pones de fondo la música de John Williams con el tema de Indiana Jones, pues para qué decir más, aparte de que se me pone la piel de gallina solo con pensarlo.
Pero lo guapo de "En busca del arca perdida" es que no es una peli en la que lo mejor sea ese principio espectacular, sino que el resto sigue esa misma línea. El argumento de la película está chulísimo y, si fuera un experto en el tema, también diría que es una pasada de presentación de la idea, porque hacen que resulte creíble que se encuentra el Arca de la Alianza o que, si la abres, de repente te van a salir un montonazo de fantasmas malrolleros de ahí dentro. Así que ahí estás tú, comiendo palomitas -o lo que sea-, casi sin pestañear, siguiendo los pasos de Indiana Jones por medio mundo para ver si lo consigue. Además, como los malos de la función son los nazis, pues aún es mejor, porque quieres que les den por la retaguardia a base de bien.
"En busca del arca perdida" es un ejemplo de entretenimiento a toda máquina. Casi no hay momento de respiro y calma entre toma y toma. Del templo ese peruano, a Nepal para buscar a la piva de turno y un medallón que necesita para saber dónde está enterrada el Arca; de ahí, a Egipto para empezar a buscarla (cojonudo el momento en el que Indiana Jones) se mete en una cueva donde hay una maqueta del poblado donde, poniendo un medallón ante un rayo de sol que se para en un lugar exacto, a una hora concreta); luego, a evitar que se la quiten los malos (brutal la persecución con el camión) y, después, recuperándola (la escena del submarino y lo que pasa cuando hacen la ceremonia para abrirla). Vamos, que te pasas dos horas en una montaña rusa descomunal, a la uqe no te importaría volverte a subir cuantas más veces mejor.
Puestos a criticar algo, creo que diría que la peli sería redonda si hubieran dejado un poco de lado toda la parte más fantástica de la historia. Vale que pueda existir una cámara secreta con la maqueta de parte de desierto de El Cairo, y que el Arca esté enterrada en una cueva llena de serpientes que no le hacen nada al prota. Eso me lo puedo llegar a creer sin problema. De la persecución con el camión y cómo se cuela en el submarino, pues vale que también me lo trago. Pero claro, que ya al final abran el Arca y empiecen a salir una serie de espíritus con muy mala leche... Hombre, creo que eso es ya poner un pelín a prueba la credibilidad de la historia. Más o menos como pasa en las dos partes siguientes de Indiana Jones (lo de que a uno le puedan sacar el corazón con una mano así a lo vivo, o que haya una cueva brutal que guarde el Santo Grial) aunque, por suerte, sin nada que ver en absoluto con ese pedazo de mierda que es la última que hicieron hace unos pocos años.
Pero bueno, que quien no haya visto "En busca del arca perdida", por favor, que no se la pierda. Es una de las películas que ya se han convertido -y, si no lo ha hecho, debería- en un clásico básico del cine. Os lo dice uno que ya no sabe cuántas veces se la ha visto. Y no le pongo cinco estrellas porque, por mucho que me guste, tampoco la puedo comparar con las otras a las que sí se las hemos dado. Pero ya os digo que ha faltado poco.
2 comentarios:
la mejor película de aventuras que recuerdo de mi niñez. La habré visto cientos de veces. Todo me parece perfecto.
Es la aventura por la aventura. Genial en su género. Más aún, creo que inaugura un tipo de cine que ha tenido sus intentos de imitación, sin llegar a hacerle sombra. Ni las siguientes apariciones de Indiana Jones lo han conseguido.
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