DIRECTOR: STEPHEN DALDRY
REPARTO: KATE WINSLET, RALPH FIENNES, BRUNO GANZ, LENA OLIN, DAVID KROSS, ALEXANDRA MARIA LARA, LINDA BASSETT
DURACIÓN: 124 min.
AÑO: 2008
GÉNERO: DRAMA
Hay directores que parecen haber nacido con una estrella a cuestas, pero son pocos aquellos que demuestran merecérsela realmente, a pesar de no tener en su haber una carrera cinematográfica tan consolidada. Stephen Daldry, el realizador británico que llamó poderosamente la atención desde su opera prima, “Billy Elliot (Quiero bailar) – Billy Elliot, 1998”, siendo con sus films posteriores (“Las horas – The hours, 2002” es uno de los más reconocidos) con los que ha obtenido el aplauso de la crítica especializada. Pero lo que ha caracterizado en especial a los pocos largometrajes dirigidos por Daldry es su extraordinaria sensibilidad a la hora de poner en imágenes historias que, en manos de otro director menos elaborado, se habrían convertido en películas sensibleras y repletas de secuencias destinadas a provocar la lágrima fácil en el espectador. De los films de Daldry, “El lector” puede que sea el más complejo de todos, ya que no sólo desarrolla un argumento con el que es complicado que el público se identifique, sino que el resultado es un ejemplo de planificación, sencillez, poesía visual y puesta en escena exquisita. Kate Winslet, en el papel de su vida, es la protagonista.
Michael Berg (Kross) es un joven muchacho alemán que sobrevive como puede junto a su familia durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial en Alemania. Un día, conoce a una revisora de tranvía llamada Hanna Schmitz (Winslet). Lo que empieza siendo una mera relación de cordialidad, pronto se convierte en una serie de encuentros sexuales que va creando un vínculo muy especial entre ambos. Sobretodo a raíz de la peculiar afición de Hanna de que Michael lea para ella en voz alta. Tras la Segunda Guerra Mundial, y después de licenciarse en derecho, Michael ya es un apuesto joven, que no ha vuelto a tener contacto con Hanna. Sin embargo, un día, con motivo de la celebración de un juicio en el que se procesa a una serie de mujeres con motivo de su participación en el exterminio de judíos en los campos de concentración, Michael se da cuenta de que Hanna es una de ellas, lo que desatará una serie de acontecimientos imprevistos.
“El lector” es un largometraje dividido en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, durante la primera hora, el espectador no sólo asiste a la presentación de los personajes sino que, además, es testigo de la particular relación de amor-odio, por lo que esta mitad vendría a representar la parte más distendida del film (la ducha que le prepara Hanna a Michael tras uno de sus encuentros, la excursión en bicicleta que hacen ambos al campo…). Ahora bien, es durante la segunda hora de metraje –y salvo pequeños incisos de la primera mitad en que la acción da saltos adelanta y atrás en el tiempo-, cuando “El lector” adquiere un carácter más sobrio, dividiendo la acción tanto en el descubrimiento de las cintas grabadas por Hanna que escucha un envejecido Michael (interpretado de forma muy controlada por un excelente Ralph Fiennes) como en la celebración del proceso judicial –en el que Kate Winslet brilla con luz propia (la secuencia en que describe la rutina que tenían en el campo de concentración, y el incendio del molino son, en una palabra, escalofriantes)-. Evidentemente, a pesar de que es esta segunda parte la que mayor densidad posee, desde el punto de vista argumental es complicado no recordar al fantástico tercio final de esa obra maestra que es “Vencedores o vencidos (el juicio de Nuremberg) – Judgement at Nuremberg, 1961”, cuando se debate la culpabilidad de quien no hace nada por evitar el mal.
Evidentemente, una de las primera impresiones que se pueden tener nada más ver “El lector” es que se trata de una película calculada al milímetro. La calidad de la propuesta queda fuera de toda duda, habida cuenta de que la puesta en escena de Stepehn Daldry es, en una palabra, sensacional. No sólo sabe dónde colocar la cámara, sino que la realización del film es exquisita, y un ejemplo de planificación (la música de Nico Mulhy, la fotografía de Chris Menges, el guión, el montaje…) donde todo encaja a la perfección.
Ahora bien, su mayor virtud resulta ser también su mayor inconveniente, ya que tal grado de perfección termina por transmitir al espectador una sensación de frialdad y distanciamiento emocional con los personajes y las situaciones en las que se ven envueltos. Sin ir más lejos, el trauma que arrastra el personaje de Michael en su madurez (y en algún momento de su juventud, cuando trata de buscar argumentos que ayuden a Hanna durante la celebración del juicio) o el dramatismo inherente a la vida de Hanna se mantiene constante incluso durante aquellas secuencias en las que ambos comparten la lectura post-coital de numerosas obras (al espectador le es imposible desprenderse de la sensación de que algo terrible está a punto de sucederles). Por ello, a pesar de que “El lector” mantenga el mismo nivel de calidad durante todo su metraje, sí que es cierto que el público puede llegar a sentirse incómodo a causa de la acumulación de tanta situación dramática.
De todas maneras, independientemente de ello, de lo que no cabe duda es de que “El lector” es una película estupenda, extraordinariamente bien hecha, y una clara demostración de lo que son actuaciones sobresalientes.
Joer, durilla la película. Desde luego, no es de las que ponerse si lo que quieres es reírte un rato y divertirte. Está muy bien, no digo lo contrario, pero te deja al final con una sensación en el estómago que no tiene nada que ver con el buen rollo. Aunque, claro está, con semejante tema no creo que nadie se fuera a esperar una peli de risa, ¿no? En fin, hablando ya más en serio de “El lector” me parece bastante original de tratar un tema tan delicado como el que te cuenta. Como el rollero de arriba ya ha hablado bastante sobre ello, yo os diré así más directamente lo que me ha gustado y lo que no de la peli.
Empezando por lo que sí me ha gustado, de entrada, os digo que la actuación de Kate Winslet. No me extraña que le dieran el Oscar, porque la tía lo borda. De hecho, ya iba siendo hora de que se lo dieran, que no es la primera vez que hace un papelón de los guapos (alguien capaz de hacer películas como “¡Olvídate de mí! – Eternal sunshine of the spotless mind, 2006” y “Un dios salvaje – Carnage, 2011” se merece ese premio y muchos más). En “El lector”, la señora Winslet lo dice prácticamente todo con una sola mirada, os lo prometo, desde sentir emoción, amor, decepción, tristeza y mil cosas más (por ejemplo, la frialdad con la que despacha al muchacho cuando ve que se está empezando a enamorar de ella, en contraste con la forma en que se acuesta con él la primera vez y, sobretodo, la primera vez que le pide que le lea). De hecho, se nota que, en la parte final, en la que pasa todo lo del juicio, aunque la maquillan para que parezca más mayor, no le hace ni falta, porque te deja de piedra con decir una sola frase. En serio, sé que puede parecer repetitivo que se diga siempre lo mismo, pero es que es de verdad de la buena. Y, por supuesto, en comparación con ella, el papel que hace el chaval (de joven y de mayor) pues está bien, le sabe mantener el tipo, pero se encuentra en desventaja.
La segunda cosa que me gusta, es la forma que tienen de contarte la historia. No es la primera vez –ni será la última- en que hagan una película sobre las consecuencias del holocausto judío, y de las perrerías que tuvo que pasar esa pobre gente durante la Segunda Guerra Mundial. Pero sí que es la primera vez (que yo sepa, al menos) en que te lo cuentan desde un punto de vista… no sé, como más poético. Sí, sé que puede parecer raro y hasta dar risa decirlo así. Pero a mí que no me digan que no es poético que un pobre chaval muerto de hambre sea capaz de conquistar a una mujer (o, como poco, de hacer que se sienta atraída sexualmente) con la forma que tiene de mirarla y de leerle. Claro, que toda la parte del juicio sí que es la menos novedosa de todas, porque ahí sí que repiten lo mismo de las otras pelis (la culpabilidad de los que no hicieron nada, las declaraciones de los que fueron prisioneros y pasaron todo un infierno, etc.). Pero, por suerte no se centran sólo en eso, sino en lo que tiene que ver con esa mujer a la que da vida Winslet.
Lo que ya no me ha apañado tanto de “El lector” es que la peli es un pelín fría. Es como si supieran que el tema que tratan es chunguete, y no quisieran que la peña se sintiera demasiado tocada por ello. Así que supongo que, por eso, hacen que la mujer sea tan distante y que parezca que está tan tarada (fijaos en su reacción cuando ve que el chaval la ha seguido en el tranvía, o como cuando lo tira de su casa sin pensárselo dos veces) y que, aunque sea la protagonista, no le puedas tener toda la simpatía que quieras (cuando está pasando el juicio y te cuentan las cosas que hacían las carceleras, en ningún momento sientes lástima porque ella se haya visto forzada a hacer ciertas cosas). Además, como os decía antes, lo de juzgar a los que hicieron o dejaron de hacer salvajadas en los campos de concentración, ya lo sabíamos de antes, así que tampoco es que estén descubriendo América.
Pero bueno, en líneas generales, a mí sí que me ha gustado la película. Ya os digo que te da que pensar bastante, y que te deja un gusanillo raro en el estómago porque habla de cosas que hicieron sufrir a un montón de gente. Pero, dentro de ello, se nota que “El lector” está hecha de lujo, que es bonita a pesar de lo dura que es, y que han hecho un buen trabajo. Así que, aunque sea para verla sólo una vez, yo os la recomiendo.
1 comentario:
Me gustó la película, aunque deja un regusto desagradable y amargo. Queda en un segundo plano el núcleo. La vergüenza de la propia ignorancia es más fuerte que el amor a la vida y a la honra. La protagonista prefiere cargar con la culpa y la condena antes que reconocer que no sabe leer.
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