DIRECTOR: JAMES CAMERON
REPARTO: SAM WORTHINGTON, ZOË SALDANA, SIGOURNEY WEAVER, MICHELLE RODRÍGUEZ, STEPHEN LANG, GIOVANI RIBISI
DURACIÓN: 162 min.
AÑO: 2009
GÉNERO: CIENCIA FICCIÓN
Cuando, a finales de los años noventa, se estrenó en todo el mundo la conocida como "película de los récords", "Titanic - Titanic, 1997", su máximo responsable, el realizador James Cameron además, de un auténtico alud de premios, consiguió convertir al film en el más taquillero de la historia. Tras un retiro de la gran pantalla de más de una década -si no se tienen en cuenta los documentales submarinos que ha estrenado en salas IMAX-, Cameron anunció que estaba desarrollando un proyecto personal en el que había invertido mucho tiempo, esfuerzo e investigación de nuevas tecnologías de captura por movimiento. Según se decía, este nuevo proyecto podía representar un gran paso adelante en lo que a la realización de largometrajes se refería, no sólo porque prometía ser un verdadero festín visual, sino porque parecía que fuera a revolucionar para siempre la forma de hacer cine. Pasados ya casi tres años desde que dicha película, "Avatar" llegara a los cines de todo el mundo y superara los récords casi imposibles de alcanzar que el propio Cameron había logrado con "Titanic", cabe hacer un breve repaso a "Avatar", y analizar si, en realidad, merecía tanto la pena, o si se trata más del espectacular triunfo de una de las mejores campañas de promoción de todos los tiempos.
En el siglo XXII, la colonización y explotación de otros planetas resulta fundamental para la supervivencia de la raza humana. Jake Sully (Worthington) es un marine que, tras un accidente, ha quedado condenado en una silla de ruedas. Cuando su hermano gemelo muere inesperadamente, Jake acepta la propuesta del Coronel Miles Quaritch (Lang) de participar en un experimento dirigido por la doctora Grace (Weaver). Dicho experimento consiste en insertar su mente en el cuerpo, conocido como "avatar", de un nativo de planeta Pandora, con el fin de poder infiltrarse en la tribu de los Na'Vi y, así conseguir averiguar la mejor forma de hacer que abandonen la que es su casa, ya que, también, es uno de los yacimientos más importantes de un nuevo mineral que los humanos desean obtener. Sin embargo, cuando Jake, convertido en un nativo más conozca a la intrépida nativa Neytiri (Saldana)
"Avatar " podrá gustar o no, dependiendo de la debilidad que el espectador sienta por las historias que combinan aventura con ciencia ficción. No obstante, cabe analizar el film desde dos perspectivas diferentes. Por una parte, "Avatar" como película, es evidente que se trata de un súper espectáculo de primera categoría. No hay movimiento de cámara, encuadre, recurso narrativo, trucajes visuales y demás proezas fílmicas que Cameron haya dejado sin explotar. Por supuesto, está más que claro que el cineasta canadiense conoce al dedillo la profesión, y que es un genio de los efectos visuales (quien lo siga dudando hoy en día, no tiene más que echar un vistazo a la citada epopeya sobre la tragedia del famoso trasatlántico o a "Terminator 2. El juicio final - Terminator 2. Judgement day, 1992" para comprobarlo) y que, en el panorama cinematográfico actual, pocos realizadores hay como Cameron, capaces de combinar con tal precisión y estupendos resultados calidad y diversión -tal vez Steven Spielberg, Ridley Scott y poco más-.
Asimismo, es imposible no observar "Avatar" como fenómeno de entretenimiento. Dejando de lado la realización del film con la tecnología de tres dimensiones, "Avatar" consigue que el espectador mantenga fija la vista en la pantalla durante las más de dos horas y media de su metraje. De esta forma, le resulte interesante el argumento o no al público, éste puede disfrutar con un verdadero festín de emociones que Cameron consigue transmitir con una puesta en escena grandilocuente, a la altura de las súper producciones más sofisticadas.
Ahora bien, también existe otra cara de la moneda. Por muy novedosa y revolucionaria que sea desde el punto de vista técnico y visual (donde, insistimos, no desmerece en absoluto: atención, por ejemplo a la preciosista y colorida fotografía creada por Mauro Fiore, o la excelente banda sonora por un James Horner más inspirado que de costumbre), lo que "Avatar" no puede evitar es, por un lado, resultar una obra insípida en cuanto a su argumento se refiere. El guión escrito por el propio Cameron -muchísimo mejor director y montador que guionista- es mediocre (dejaremos de lado las semejanzas más que sospechosas con la historia de "Pocahontas"), y el retrato de los personajes tan impersonal y poco interesante que incluso sorprende. De esta forma, el único atractivo de "Avatar" reside en su apabullante puesta en escena, y en el ritmo trepidante que Cameron le sabe dar al conjunto pero, más allá de la ciencia ficción, el film se queda vacío por completo.
Así pues, tras sopesar el peso de los elementos positivos y negativos con los que cuenta la que, a día de hoy, y sin tener en cuenta la inflación, es la película más taquillera de la historia del cine, estamos en condiciones de afirmar que, por muy entretenida que sea, muy bien hecha que esté, y mucho efecto especial que tenga, semejante éxito desorbitado resulta excesivo en todos los aspectos. ¿Entretenida? Desde luego, por suerte lo es, y mucho. Pero ello no quita para que, más que una buena película, sea un largometraje por completo exagerado.
Estimado Señor Cameron,
Supongo que era cuestión de tiempo que habláramos de la película más taquillera de la historia (no se ofenda si añado que, en opinión del menda, también sea una de las más sobrevaloradas). Y ya puestos, hay un par de cosas sobre su "Avatar" que me gustaría decirle, tanto buenas como menos buenas y que, espero, sepa tomarlas como algo constructivo. Comenzamos.
En primer lugar, olé sus cataplines, Mr. Cameron, por ser capaz de aguantar doce años sin estrenar una peli después del pelotazo de "Titanic", sólo porque la tecnología no estaba a la altura de lo que quería hacer. Sí señor, eso es tenerlos bien puestos. Pero que, además, cuando considera que el horno ya vuelve estar para bollos, se curre una peli así de entretenida, visualmente acojonante y con esos efectos especiales, hace que sólo pueda descubrirme ante usted. También es cierto que no sé qué se habrá fumado para imaginar esos mundos con pedruscos flotando en el aire, bichos azules de tres metros que se dicen las cosas juntando sus rabos -con perdón-, y pterodáptilos casi tan grandes como las naves espaciales en las que van los US Marines ahú-ahú-ahú (eso por no mencionar el pedazo de árbol más enorme que he visto nunca en una película). Aunque da igual, porque ver "Avatar" en pantalla grande, con semejante panorama y en tres dimensiones es algo flipante.
En segundo lugar, reconozco que sus películas suelen ser un pelín largas (ahora mismo, creo que el primer "Terminator" es la única que no llega a las dos horas, porque lo que son las otras...). Sin embargo, en "Avatar" consigue que el tiempo pase volando, ya que hace que la peña que se sienta a verla esté tan hipnotizada con el mundo que se ha sacado de la chistera, y con la acción y aventura que hay en la película, que casi no se dé ni cuenta del reloj. Además, aparte de la acción (que la hay y está curradísima, no sólo por la batalla final de casi quince minutos, sino por montón de trozos más: cuando Jake se encuentra por primera vez con un bicharraco gigante en la selva, cuando empieza a "entrenar" como si fuera un bicho más de los azules, y cuando hace lo posible por salvar a la tribu esa nativa), me dejó flipado el color que ha sido capaz de darle a "Avatar". Le juro que pocas veces antes había visto una película con tanto color y tan vivos (que yo recuerde, la última vez que tuve esa sensación fue al ver "Más allá de los sueños - What dreams may come, 1998" y "Mounin Rouge - Moulin Rouge!, 2001").
Claro que, por mucha acción, mucha aventura y mucha historia, me temo que no consigue disimular del todo que "Avatar" no es más que una mezcla tope descarada de la historia de "Pocahontas" y cualquier película de acción que tenga que ver con naves espaciales. Y claro, la gente no es tonta. Porque, que usted haya sabido adornarlo todo con mucho efecto especial, mucha 3D y toda esa mandanga es una cosa, pero que canta a la legua que el guión lo ha escrito con al punta de la... nariz, pues está clarinete. Por supuesto, supongo que fue por la falta de tiempo, al tener que pensar en cómo coño hacer todo el resto.
Así que, en definitiva, puede estar tranquilo, que si algún día escribo lo que pienso de las películas que he visto, cuando hable de "Avatar", la recomendaré a aquellos que aún no la hayan visto (que, a estas alturas, me parece a mí que van a ser pocos), y les aconsejaré que, más que con lo que es la historia -donde pasan cosas tan ridículas como que al prota lo "adopten" los bichos azules a ritmo del cumbayá junto a un árbol que más que una planta parece una medusa-, se queden con cómo está hecha, y con lo entretenida, divertida y emocionante que ha conseguido hacerla usted -y, ya puestos, que se fijen, sobretodo, en la última media hora, no sólo por los efectos especiales, sino por el ritmazo que le da a la batalla entre el bueno (el azul y el paralítico que está en la cápsula esa que parece un supositorio gigante) y el malo que va dentro de un bicho de hierro enrome-.
Sin más que añadir, le deseo que vuelva pronto a sorprendernos con su siguiente película, asegurándole que estaré allí para verla.
Cordialmente,
HYDE.
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