DIRECTOR: RIDLEY SCOTT
REPARTO: RUSSELL CROWE, JOAQUIN PHOENIX, CONNIE NIELSEN, RUCHARD HARRIS, OLIVER REED, DJIMON HOUNSOU, DEREK JACOBI
DURACIÓN: 163 min.
AÑO: 2000
GÉNERO: ÉPICO
Son casi incontables las producciones de peplum (cine de romanos) que se han realizado a lo largo de los años. Si bien es cierto que con la llegada de los años sesenta y, sobretodo, los setenta, este género ya dio muestras evidentes de su agotamiento, no fue hasta principios de este siglo cuando pareció resurgir con fuerza el interés por este tipo de historias, contado a lo grande con una gran súper producción de Hollywood. Así pues, partiendo de una libre adaptación de la historia de la muerte del emperador Marco Aurelio y de la sucesión de su hijo Comodo, se desarrolló una ambiciosa historia en repleta de batallas, traiciones, desafíos y aventuras centradas en la figura de un gladiador convertido en esclavo. El éxito de la cinta fue arrollador, consiguiendo además de numerosos elogios, cinco Oscar, incluyendo el correspondiente a la mejor película. Ahora bien, ¿hay en realidad para tanto? ¿Es "Gladiator (el gladiador)" una gran película como parece que se predica a los cuatro vientos? Y, de ser así ¿cuáles han sido los elementos clave de semejante éxito? A continuación os lo contamos.
Año 180 D.C. El emperador Marco Aurelio (Harris) logra una nueva victoria contra las tropas bárbaras del norte de Europa gracias, en gran medida, a la pericia de uno de sus más valiosos generales, Maximo Decimo Meridio (Crowe). Sin embargo, los celos de Comodo (Phoenix), hijo del emperador hacen que éste lo asesine con el fin de hacerse con el poder, evitando así que su padre lo transfiera de nuevo al senado, tal y como era su voluntad. Maximo, al negarse a reconocer la autoridad de Comodo como nuevo emperador, es condenado a muerte junto con su familia. Sin embargo, antes de su ejecución, Maximo consigue escapar, aunque sin poder evitar el salvaje asesinato de su mujer e hijo. Así pues, se ve forzado a convertirse en esclavo, debiendo sobrevivir en los juegos convocados en Roma mientras que, con la ayuda de un viejo gladiador llamado Proximo (Reed), la otro gladiador llamado Juba (Hounsou) y de la propia hermana de Comodo, Lucila (Nielsen), quien aún sigue enamorada de Maximo, hará lo posible por recuperar su libertad y vengarse de Comodo.
En la introducción, nos cuestionábamos si la fama y reputación que ha alcanzado "Gladiator (el gladiador)" se correspondía con la calidad del largometraje. A pesar de tomarse ciertas licencias creativas, de lo que no hay duda es de que el film es una de las súper producciones más fascinantes y fastuosas de los últimos años. La acertada forma en la que se ha recreado el Imperio Romano no puede ser más rica y espectacular, haciendo tanto de los enfrentamientos en el circo y en el campo de batalla como del juego de traiciones que se disputa a lo largo de la película, un entretenimiento de primera categoría. La puesta en escena está cuidada hasta el más mínimo detalle, en lo que se refiere a los detalles artísticos (decorados, vestuario, fotografía...) como a la acertadísima dirección de Scott (en el que es, sin duda, junto con "Black rain - Black rain, 1989 y "Black hawk derribado - Black hawk down, 2001", una de sus mejores obras).
A todo esto, habría que añadir ciertos aspectos que enturbian levemente la calidad de la cinta. Es evidente que nos encontramos ante un largometraje que no pretende otra cosa que ser entretenido y espectacular. Ahora bien, una cosa es tomarse alguna que otra licencia creativa en favor del desarrollo de la historia y otra diferente exagerar la credibilidad de la misma. Por poner un ejemplo, cabría mencionar el hecho de que el general, tras escapar herido de sus ejecutores, cabalga hacia Hispania con el fin de reunirse con su esposa e hijo, y lo hace a lomos de un mismo caballo a lo largo de dos breves secuencias, cosa que hubiera sido imposible si se tiene una idea aproximada de la distancia que ello supone en realidad, y de las condiciones en que se realizaban aquellos viajes. Otro detalle sería el hecho de mostrar la muerte del emperador Marco Aurelio a manos de su despiadado hijo, hecho que nunca sucedió. Y, posiblemente, el detalle que sea más exagerado, viene representado en la última gran secuencia del film, en el que el emperador Comodo se enfrenta a muerte al gladiador en el circo romano. Bien, pues solo pensar en que podría darse tal circunstancia (un emperador luchando mano a mano contra un simple gladiador) es algo tan remotamente imposible como falso. Sin embargo, como indicamos más arriba, tampoco son factores a los que haya que otorgarles demasiada importancia, ya que le restarían emoción y calidad a un largometraje muy bien elaborado.
En definitiva, parece que "Gladiator (el gladiador)" no solo supuso la resurrección de un tipo de películas y de un género cinematográfico que parecía haber caído en el olvido. De hecho, también supuso el impulso definitivo que necesitaba la carrera de un gran cineasta como Ridley Scott, tras encadenar una serie de decepcionantes y poco inspirados largometrajes que, además de haber sido fracasos comerciales, no le permitían demostrar su gran talento a la hora de desarrollar otro tipo de historias, como sí parece que ha podido hacer desde el estreno de "Gladiator (el gladiador)". Así pues, y por lo que respecta a "Gladiator (el gladiador)", ésta es un grandísimo espectáculo en estado puro, muy bien filmada, con grandes actuaciones por parte de actores veteranos (Harris, Reed, Jacobi) y de otras nuevas caras que empezaban a abrirse paso por la meca del cine (Crowe, Phoenix), y con un interés evidente en ser una película entretenida, llena de acción y aventuras y, por encima de todo, bien hecha.
¡Buah, menudo peliculón como la copa de un pino! Se me pone la carne de gallina solo con ver de nuevo el tráiler. Es desde el principio hasta el final, y mira que es larga. Es cojonudo prácticamente todo, desde la historia, hasta las actuaciones, la representación de la Roma de hace casi dos mil años y, por supuesto, de ese pedazo banda sonora que tiene. No es que me gusten las películas así de romanos y tal (de hecho, las últimas soy capaz de recordar ahora mismo haber visto, me parecen un pelín bodrio... aunque igual es porque tienen más años que la tos y se nota), y dudo que me pusiera ahora a ver más películas que hicieran parecidas por el hecho de ser de romanos. Lo que sí me gusta, y mucho, es el cine de aventuras bien hecho -os juro que no hay más cosa que me desespere cuando veo una película, supuestamente de aventuras, y que acaba siendo una mierda como un piano-, como es el caso de "Gladiator (el gladiador)", que es casi perfecta.
Supongo que lo que le veo de bueno a "Gladiator (el gladiador)" es que es buena a muchos niveles. Me explico. Para empezar, como película de aventuras es impresionante. Tiene emoción desde la primera batalla, a los dos minutos de empezar la peli, hasta el final, con el enfrentamiento entre el gladiador y el cabrón ese del emperador. Además, lo bueno es que toda esa emoción se mantiene constante a lo largo de la película, incluso cuando no hay escenas de lucha o acción, porque te interesa muchísimo saber qué es tanto lo que se está cociendo y qué planifica el gladiador para poder vengarse y alcanzar la libertad, como lo que maquina a su vez el emperador para poder darle pasaporte ya de una vez por todas (cuidadín con la cara de desconcierto que pone Cómodo la primera vez que se da cuenta de quién es el gladiador, o como cuando rabia como un condenado porque no encuentra la forma de matarlo, por mucho que lo intente putear en el circo).
La segunda cosa que le veo de buena a "Gladiator (el gladiador)" es que se le nota la calidad. Está claro que ha costado un porrón de millones de dólares, pero cada céntimo se ve claramente en la pantalla. Es impresionante la forma en que está hecha: los decorados bestiales te dejan con la boca abierta (ese movimiento de cámara que recorre toda la ciudad de Roma hasta acabar en el circo, donde están en plena función), la fotografía hace que cada plano te parezca un cuadro que casi puedes tocar (desde los tonos más cálidos para los interiores alumbrados por fuego, hasta los exteriores, con esos rayos de sol filtrándose por los arcos del Coliseo), el montaje hace las escenas de acción muchísimo más trepidantes sin tener la impresión de que te están mareando (ves en todo momento a los buenos, a los malos, y quién es quién sin que todo sea un amasijo de espadas y cabezas yendo y viniendo) y, por supuesto, por encima de todo lo anterior, la insuperable música que compuso mi compositor número uno, Hans Zimmer, que hace que "Gladiator (el gladiador)" sea casi más recordada por temas como Now we are free o The battle. Por cierto, y para que conste, que no se llevaran Hans Zimmer y Lisa Gerrard el Oscar por la banda sonora de "Gladiator (el gladiador)" y que se lo dieran en su lugar a "Tigre y dragón - Couching tigger, hidden dragon, 2000" es uno de los mayores robos de la historia de estos premios para esta categoría, junto con aquel otro año en que Ennio Morricone tampoco se lo llevó por "La misión - The mission, 1986". Hala, para que quede claro.
Y la tercera cosa que destacaría, es que la historia que te cuentan -al fin y al cabo, por muy bien hecha que esté y entretenida que sea, si la historia es un truño, el resto no sirve de nada-, aunque tenga partes un pelín increíbles (lo que dice Jekyll de que el gladiador se recorra en dos segundos una distancia de miles de kilómetros a caballo como si nada), te atrapa por completo, y te mantiene en vilo con cada combarte, prueba o traición que se va cometiendo. Porque otra cosa puede que no, pero realista sí que parecen las escenas esas de lucha (algunos dicen que demasiado violentas, pero vamos a ver, qué se pensaban que hacían los soldados por aquel entonces), con las espadas metiendo sablazos a los cuatro vientos -pero tranquilos, que aunque haya sangre no es plan exagerado y desagradable-. Además, si a eso le sumas frases que sueltan los personajes como si nada, del calibre de "lo que hacemos en vida tiene su eco en la eternidad" o "alcanzaré mi venganza en este mundo o en el otro", pues ya la flipas.
Vamos, que los que aún no hayáis visto "Gladiator (el gladiador)", ya estáis tardando, porque es de los peliculones que luego te dan ganas de tener en tu casa para poder ver más de una vez. Y, si además eres un poco friki como mi menda, cuantos más extras y "cómo se hizo" tenga, pues mucho mejor. "Gladiator (el gladiador)" es una película para disfrutar a lo grande, con un buen equipo puesto a toda paleta, y dejándote llevar durante las dos horas y media que dura, porque es un viaje que luego no te arrepientes lo más mínimo de haber hecho.
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