TÍTULO: THE GAME
DIRECTOR: DAVID FINCHER
REPARTO: MICHAEL DOUGLAS, SEAN PENN, DEBORAH KARA UNGER, JAMES REBHORNE, ARMIN-MULLER STAHL
DURACIÓN: 122 min.
AÑO: 1997
GÉNERO: SUSPENSE
A pesar de que el debut como director de David Fincher en el campo del largometraje no fue todo lo laureado que habría sido deseable (fue con "Alien 3 - Alien 3, 1992", una de las más flojas entregas de la serie), lo cierto es que nadie puede tachar de previsible a David Fincher, o de carecer de inventiva visual. Independientemente de la temática de sus films, Fincher sabe perfectamente abordar su producción con una garra sorprendente, que se suele traducir tanto en elegante y sugerentes movimientos de cámara (los grandes travelling de "La habitación del pánico - Panic room, 2002"), en impresionantes puestas en escena ("La red social - The social network, 2010" obtuvo tanto reconocimiento gracias a la fascinante habilidad de Fincher para poner en imágenes el excelente libreto de Aaron Sorkin), y en sorprendentes giros argumentales que dejan boquiabierto al espectador -ya sea para bien ("Seven - Seven, 1995") o no (·El club de la lucha - Fight club, 1999). Con "The game", Fincher ha conseguido ir un poco más allá, de forma que, partiendo de lo que parece ser un simple enigma, acaba construyendo un complejo e interesantísimo puzle en el que nada ni nadie es lo que parece.
Nicholas Van Orton (Douglas) es un reconocido hombre de negocios, cuya riqueza le ha hecho ser un hombre frío, distante y solitario. El día de su cincuenta cumpleaños, su hermano Conrad (Penn) le hace un regalo muy especial: una tarjeta para participar en un juego personalizado, diseñado por una empresa especialista en proveer de sensaciones únicas a sus clientes. Sin embargo, a pesar de que la propia empresa le notifica a Nicholas que no ha sido admitido en "el juego", éste empieza a verse involucrado en una serie de situaciones de lo más extrañas y confusas, yendo desde la incriminación en escándalos de prostitución y drogas, hasta estafas millonarias de capital, que ponen en juego su vida en más de una ocasión. Además, Nicholas se verá casi obligado a dejarse acompañar por una enigmática mujer llamada Christine (Unger), que parece saber mucho más de lo que aparenta. Será entonces cuando Nicholas no tenga más remedio que comprender si todo lo que le está sucediendo se trata de un juego o, por el contrario, de algo mucho más serio.
"The game" no es más ni menos que un extraordinario rompecabezas en el que el espectador se ve abocado casi con la misma contundencia que el protagonista a vivir una serie de experiencias límite que ponen a prueba la resistencia y cordura de su principal protagonista. Sin embargo, más allá de los detalles y entresijos argumentales (que los tiene, y en abundancia), "The game" es un largometraje que, para poder disfrutarlo en su totalidad, requiere prestar una especial atención a sus detalles más que a la acción corriente. Instantes como aquel la conversación en un restaurante en el que Conrad le entrega a su hermano la tarjeta de "el juego" o la charla distendida que mantiene Nicholas con otros veteranos participantes de "el juego" en un exclusivo club constituyen pequeñas pistas que pueden dar una idea aproximada de por qué aguas se mueve el film.
Por otra parte, y dejando a un lado los detalles, "The game" es una película que le debe lo que es a dos factores. El primero es su complejo guión. En efecto, aunque el argumento planteado en el film parece bastante simple a primera vista, la verdad es que se trata de un gigantesco puzle cuyo mérito residen en que cada pieza que se va consiguiendo encaja únicamente cuando ya se dispone de un buen número de ellas. Así pues, el público puede parecer confuso ante ciertas situaciones como la secuencia que tiene lugar en un improvisado hospital que queda desierto ante la llegada de Nicholas, la espectacular huida que hacen de una serie de mercenarios que asaltan el domicilio de Christine, o el instante en que Nicholas consigue encontrarse de nuevo con el director de la empresa de "el juego". Por supuesto, el guión también esconde su respectiva sorpresa final, en la azotea de un alto edificio (por favor, que nadie se la desvele, ya que la película perdería la mayor parte del interés que ha ido acumulando) pero que, sin embargo, ya pone a prueba la credibilidad de la historia. No me malinterpreten, ya que dicha secuencia es espectacular aunque, también es cierto, que las circunstancias que llevan a un personaje a tomar determinada decisión dan la impresión de ser más forzadas de lo deseable (por no decir, demasiado increíbles y poco probables).
El otro elemento que convierte a "The game" en un divertimento de primera categoría es, como ya hemos avanzado antes, la impecable puesta en escena de David Fincher. Fincher parece disfrutar de cada secuencia del film, sabiendo que está jugando tanto con la percepción de sus personajes como de la del espectador. Así pues, el largometraje contiene diversas set pièces de lo más acertadas (la forma en que se le hace llegar una llave al protagonista mientras está en un restaurante, la llegada al hotel de Nicholas Van Orton, descubriendo el contenido de un misterioso maletín que no había podido abrir hasta ese momento, el descubrimiento del delito en el que se está viendo involucrado, o la imagen del millonario saliendo de un ataúd vacío después de haber sido anestesiado), que le dan a "The game" ese tono intrigante y macabro que acaba por divertir tanto al público.
Así pues, "The game" es un film sorprendente, lleno de falsas pistas y que juega desde el comienzo con el espectador, consiguiendo que éste se enganche al instante en la historia de suspense que cuenta con una muy acertada resolución. Y, por supuesto, una nueva demostración de que Michael Douglas es uno de los mejores y más infravalorados actores en activo del cine.
Me encanta ir al cine y que jueguen conmigo (dentro de lo razonable, y sin pasarse de pedos cerebrales), despistándome, haciéndome creer lo que no es, y dándome una sorpresa final. Reconozco que ver en el poster de "The game" un letrerito que dice Del director de "Seven" ya es suficiente para que me interesara, porque la peli de Brad Pitt es una de esas que no me canso de ver, a pesar de que sé de sobra cómo acaba, quién es el malo, cuál es la sorpresa final y todo eso. Y "The game" cumple las expectativas una por una. Puede que aquí el salto de fe que uno tiene que dar sea un pelín más exagerado que en la de los pecados capitales y que haya más de una cosa que esté un poco pillada por los pelos, pero merece la pena.
"The game" es, ni más ni menos, que eso: un juego. Solo que un juego un pelín macabro, para qué vamos a mentir. Pero un juego a todos los niveles, tanto con el ricachón al que interpreta Michael Douglas como contigo, que estás mirando la pantalla sin pestañear ni perderte detalle de todo lo que pasa. Es una peli de suspense cojonuda, donde tratas desesperadamente de ser más listo que los protagonistas y adelantarte a las jugadas para poder intuir qué es lo que va a pasar después. Pero, ni aun así lo consigues, y eso es algo cojonudo. "The game" está lleno de momentos impresionantes: desde el momento en que empieza el juego de verdad (cuando Michael Douglas encuentra al payaso de juguete tirado delante de su casa -que, por cierto, qué acojone de muñeco-), pasando por cuando vuelve a su casa y la ve llena de graffitis y asaltada por los cuatro sitios, hasta cuando se mete de lleno en la acción persiguiendo a la camarera desconocida, y huyendo de los que lo quieren atrapar. Os aseguro de que no tienes casi tiempo de poder especular sobre lo que va a pasar después, porque juegan a despistarte de una forma flipante.
Pero, como os digo, tenéis que ver "The game" dejándoos llevar por toda esa historia de misterio, sin querer hacer demasiadas preguntas o encontrarle una lógica muy fina al tema (que la tiene, pero se la ves al final de todo). Si lo hacéis, el resultado es una película impresionante que no deja tiempo para mirar el reloj o pensar en otras cosas. Además, a ello hay que sumarle que Michael Douglas hace que te identifiques desde el minuto uno con el papel de millonario repelente que ha interpretado ya mil veces antes pero que, por algún extraño misterio, te cae bien a pesar de ser un completo gilipollas al que un par de guantazos no vendrían nada mal. Y eso es justo lo que pasa en "The game", que se lleva esos guantazos y a base de bien. Así que no sé si será gracias a eso que te la película te atrapa de esa forma, porque tienes la impresión de que a alguien como él le va a pasar algo chungo que, sólo cambiando de actitud y de forma de ser para determinadas cosas podrá comprender y resolver.
Pero bueno, dejando de lado la psicología, "The game" es la película perfecta para distraerse cien por cien, olvidándote del resto del mundo por un rato. La peli es una combinación de cine de acción, de intriga y de misterio brutal. Más que nada porque ves cómo, poco a poco, el participante en el juego ya no sabe si todo se trata de un juego o no, y de qué paso dar después para poder salir vencedor (repito: si es que se trata de todo de un juego). "The game" mola mazo porque ves que es como una bola de nieve rodando, que cada vez se va haciendo más grande, más chungo y más complicado de resolver. Lo que empieza con una especie de allanamiento de morada (impresionante la escena de Michael Douglas hablando con el presentador de la tele, momento totalmente surrealista), empieza a convertirse en algo más serio (cuando una ambulancia le lleva junto con la camarera misteriosa a un hospital que se queda completamente vacío ante la mirada de alucine de los dos), rozando casi lo criminal (el maletín con fotos de prostitutas y drogas, o el tiroteo en casa de la camarera).
Así es como, minuto a minuto, tienes la impresión de que no hay nada de juego, y que todo se trata de uno de los timos más sofisticados del mundo (algo que hace de lo más creíble la aparición, así de repente Sean Penn como hermano del protagonista, después de que haya empezado el juego). Pero claro, si fuera así de fácil, no estaría venga a decir que "The game" es una de las pelis menos predecibles que he visto en mucho tiempo, y que hasta los últimos diez minutos ni te imaginas qué es lo que está pasando de verdad.
En fin, tampoco quiero decir ya demasiado de la peli, que al final igual os acabo jodiendo la sorpresa. Solo recomendaros que la veáis, porque es estupenda, te atrapa desde el minuto uno hasta el final. Y, cuando acaba, te quedas con la sensación de que han conseguido quedarse contigo y, lo mejor, es que te ha gustado que lo hicieran. Muy recomendable. Cojonuda. Estupenda.
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