TÍTULO: DRIVE
DIRECTOR: NICOLAS WINDING REFN
REPARTO: RYAN GOSLIN, ALBERT BROOKS, CAREY MULLIGAN, RON PERLMAN, CHRISTINA HENDRICKS, OSCAR ISAACB, RYAN CRANSTON
DURACIÓN: 100 min.
AÑO: 2011
GÉNERO: THRILLER
En un momento en el que la cartelera se encuentra saturada de grandes súper producciones (la última entrega de "Misión: imposible" o la inminente segunda parte de "Sherlock Holmes"), o largometrajes que tratan de captar la atención de los más pequeños (la reposición de "El rey león - The lion king, 1994" o la tercera parte de "Alvin y las ardillas"), es una auténtica rareza encontrar una película con una personalidad tan tremenda como sucede con "Drive", una de las películas revelación de la temporada. Presentada como un atípico thriller con tintes policiacos, "Drive" se ha consagrado como una nueva y revolucionaria versión del cine de acción, gracias a una puesta en escena arrebatadora y a unas interpretaciones excelentes (mención aparte merece la de un Albert Brooks en pleno estado de gracia). El danés Nicolas Winding Refn es su director, y principal responsable de que estemos hablando de uno de los films más interesantes y a típicos del año.
Driver (Goslin) es un joven piloto que se gana la vida como doble de actores de cine en secuencias de persecuciones automovilísticas. También trabaja en el taller de Shannon (Cranston), quien le consigue "trabajitos" como chófer en actividades delictivas (robos, atracos...), por cuya pericia está más que solicitado. Un día, coincide con Irene (Mulligan) su vecina de rellano. Tanto Driver como Irene sienten una atracción mutua cuyo freno lo pone la existencia de Standard (Isaacs), el marido de Irene que está en la cárcel. A su salida, y ante la amenaza de una deuda pendiente que tiene Standard, Driver se ofrece a ayudarle a dar un golpe que le sirva para liquidar dicha deuda. Sin embargo, el atraco sale mal, hecho que desencadenará una serie de circunstancias que lo enfrentarán directamente con Bernie Rose (Brooks), uno de los mafiosos locales más temidos, y con su socio, Nino (Perlman).
"Drive" es una película asombrosa, aunque difícil de clasificar. Independientemente del aprecio mostrado por la inmensa mayoría de la crítica, es innegable que "Drive" ha ido un paso mucho más allá en su intento de aportar una nueva visión al género de acción policíaco más evidente y sobreexplotado. Y el resultado no puede ser más satisfactorio. Allá donde cualquiera de los especialistas tradicionales en films del estilo (léase Tony Scott, Renny Harlin, Richard Donner...) hubiera optado por una puesta en escena muchísimo más convencional y llena de tópicos, el director opta por filmar todo el conjunto de forma pausada, sin prisas y, hasta cierto punto, con una contemplación excesiva. Sin embargo, es este estilo lo que hace de "Drive" una experiencia fascinante.
Asimismo, la contemplación de la violencia también resulta original. Las contadas escenas de violencia física son de lo más explícitas (atención al asalto a tiro limpio por parte de los esbirros de Bernie al motel en el que se han refugiado Driver y Blanche, o a la magistral secuencia que tiene lugar en el interior de un ascensor -éste, en particular, de una violencia tan sencilla como salvaje-), y el temor que inspiran los villanos de la función se basa infinitamente más en la el tempo y la amenaza que se deprende de ellos que de lo que son capaces de hacer. Hecho que, por otra parte, no es impedimento para que la insuperable interpretación de Albert Brooks -atención al paralelismo existente entre la interpretación de Brooks y el de William Hurt en la no menos excelente "Una historia de violencia - A history of violence, 2005"- deje a más de uno con la boca abierta (atención al fantástico momento en que se le presenta a Driver, o cuando acaba con uno de los protagonistas con un solo corte de navaja).
Finalmente, en cuanto a la realización, apuntar un par de detalles: por una parte, la genial labor de fotografía de Newton Thomas Sigel -colaborador habitual del director Bryan Singer- que es capaz de retratar los suburbios de Los Angeles con un colorido único para esta atípica película de acción; y, por otra, tal vez el elemento más rompedor del largometraje, junto con su particular sentido del ritmo: la banda sonora. Y no nos referimos precisamente a la partitura original compuesta por Cliff Martínez (estupenda, por cierto), sino a la selección de temas cantados que consiguen completar esa dimensión diferente que se le quiere dar a la historia, tal y como queda patente en la hermosa secuencia en que Driver conduce por el cauce de un río junto con Irene y su hijo -al ritmo del tema A real hero-, o como cuando el protagonista llega por la noche a su solitario apartamento -otro tanto para el tema Nightcall-. Todo ello da forma al que es uno de los largometrajes más originales y fascinantes del momento, totalmente a contracorriente de los cánones establecidos para este tipo de propuestas pero, no por ello, nada desdeñable. Más bien al contrario.
Os voy a dar un consejo: por favor, no vayáis a ver "Drive" pensando que vais a ver una peli de acción, con persecuciones a todo meter y coches saltando por los aires todo el rato, porque la película no tiene nada de eso. Si os creéis que es una especie de "60 segundos - Gone in sixty seconds, 2000" ya os digo yo que nanai (por suerte). "Drive" tiene violencia, sí, de la buena y burra, tiene un argumento muy policiaco con sus buenos y malos, y te mantiene en tensión a base de bien en más de un momento. Pero no tiene nada que ver con ninguna película de acción que hayáis visto antes, seguro. Es como si los que la han hecho se cagaran en rodar otra peli más del montón en la que el bueno les da para el pelo a los mafiosos de turno, disparando a todo lo que se mueve mientras da volteretas imposibles. En "Drive" lo que se limitan a contarte es una historia de lo más interesante, con las escenas de acción justas y de la forma más realista posible.
Evidentemente, hay un "pero". Y es que la peli, por momentos, es demasiado lenta. Vale que no tenga nada que ver con la clásica historia del bueno cargándose hasta al apuntador (como seguro hubiera pasado si, por ejemplo, Bruce Willis o cualquiera por el estilo, hubiera sido el protagonista), pero abusan un pelín demasiado de la cámara lenta, que tampoco hace falta que hasta un paseo por el rellano de los apartamentos en los que viven los protagonistas lo hagan así, o que mientras él se meta en el garaje o conduce con la chica al lado, todo vaya también a cámara lenta. Si la veis, fijaos en esto, que hace que, a veces, te preguntes si la cosa no podría ir un poco más ligera, aunque quieran seguir manteniendo ese tono diferente.
De todas formas, cuando acabas de ver "Drive" tienes una sensación extraña, como de que la peli te ha encantado pero, aun así, te ha parecido rara. Y lo mejor del asunto es que, conforme pasan los días, esa sensación cada vez es más grande. Bueno, es un poco chungo de explicar pero, en resumen, supongo que lo que quiero decir es que la peli está pero que muy bien. Rara, pero bien. Los actores están cojonudos todos (sobretodo el jefe mafioso, que te los pone de corbata con solo una mirada), y la violencia muy dosificada pero brutal hasta decir basta (el tío le revienta la cabeza a patadas a uno de los matones en un ascensor). Pero todo ello te lo enseñan como con una especie de forma poética, o como se diga, que le da un toque muy especial a la película, haciéndola rara pero lo suficientemente interesante como para que quieras saber cómo acaba. Por supuesto, también tiene sus buenas dosis de acción, como la persecución en la que tratan de escapar de un atraco que les sale mal, o como cuando unos sicarios entran a saco en el motel en el que se esconden el conductor y una chica), pero esto tampoco es que sea lo más importante de todo.
Antes de acabar, una última cosa: prestad atención a las canciones que se oyen a lo largo de la peli son súper desconcertantes porque en la vida se te hubiera ocurrido que esa música podría ir bien con los momentos de la peli en los que suenan pero, por alguna cosa que no comprendo muy bien, funcionan de perlas. En fin, que "Drive" es una película muy aconsejable, algo diferente a las mil quinientas películas de acción parecidas que ya hemos visto antes, y que no debe ser comparada con ninguna de ellas. Es algo nuevo, fresco y muy guapo. O, al menos, eso es lo que me pareció a mí: una peli de lo más recomendable.
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